Alejandro
Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter:
@canalesa99
La mayor parte
de la ciudadanía solamente registró el cambio de nombre en la actual reforma
política del Distrito Federal: el lugar donde vive ya no se llamará igual,
ahora será la Ciudad de México. Por si hiciera falta, ahí está el despliegue
cromático del rosa mexicano, junto con las siglas CDMX, reverberando en las
pupilas y desplazándose en flotillas de taxis y espectaculares. La educación no
apareció en el horizonte ni formó parte del contenido de la reforma. Pero se
está movilizando rápidamente y todavía lo puede hacer más.
![]() |
Fuente: blogbestday.com.mx |
Una reforma,
como es usual en cualquier propuesta de naturaleza política, es vista de
diferente manera por los principales implicados. En este caso, una buena parte
de los habitantes la ve distante e ignora las motivaciones del cambio, tal vez
solamente concentró su atención en reservarse el mejor gentilicio, no sin una dosis
letal de picardía. Otra parte, la menor, entiende que habrá una nueva
Constitución Política, la modificación en los órganos de representación popular
y las capacidades como entidad federativa.
![]() |
Fuente: www.razon.com.mx |
Por su parte, la
clase política, siempre pendiente del bien común --claro, el común de su
clase-- ya tensó las negociaciones hasta donde fue posible y acordó los
contenidos. Ahora hace los cálculos apropiados para obtener la mayor parte de
posiciones que estarán en disputa y sacó la caja registradora para ver cuánto
del presupuesto se incrementará y qué volumen podría estar a su disposición.
Los servicios
educativos, al igual que los de salud, no son parte de la reforma. En la sesión
del Senado, cuando se aprobó la reforma (15.12.2015), quedó de manifiesto la
inconformidad de algunos legisladores del norte de la República con la
concentración del presupuesto en la ciudad capital. La entidad ahora tendría
autonomía pero el financiamiento para educación y salud siguen bajo la
responsabilidad del gobierno federal.
Al comienzo de
los 90, los años de la “modernización educativa”, cuando todavía eran días de
gloria del sindicato magisterial, se aprobó la actual Ley General de Educación
(LGE) y el artículo cuarto transitorio especificó que el gobierno del DF se haría
cargo de la prestación del servicio
educativo, “en los términos y fecha que se acuerde con la organización
sindical”. La descentralización en la entidad quedó atada a la negociación con
el sindicato. Hoy, más de dos décadas después, el artículo transitorio es
permanente.
![]() |
Fuente: www.puntorevista.com |
En la SEP, en los días de la modernización, se creó la Coordinación
General de Servicios Educativos para el Distrito Federal, luego se convirtió en
Subsecretaría y en el penúltimo año de Vicente Fox cambió a órgano
desconcentrado: la Administración Federal de Servicios Educativos en el
Distrito Federal. Parecía un paso inminente hacia la descentralización. Pero no
lo fue.
![]() |
Fuente: www.uacm.edu.mx |
El gobierno federal siguió a cargo del servicio en la capital,
aunque la autoridad local impulsó algunas acciones en educación básica, también
en el año 2000 puso en marcha el Instituto de Educación Media Superior del DF y
al año siguiente la Universidad de la Ciudad de México –la institución
universitaria pública más reciente-- que luego alcanzó su autonomía.
![]() |
Fuente:sites.google.com |
Ahora, con la
reforma en curso no solamente se podría revisar nuevamente el asunto de la
descentralización, también están en curso dos acciones más y podrían sumarse
otras. Una de ellas es la expedición de reconocimientos de validez oficial de
estudios (RVOE). En diciembre del año pasado, el gobierno local añadió un
artículo al código fiscal de este año, con lo que quedó habilitado el cobro por
servicios de RVOE de la Secretaría de Educación del todavía DF (Gaceta Oficial del
Distrito Federal
30.12.2015).
No es un asunto
novedoso. Desde el 2004, la fracción IV del artículo 14 de la LGE facultaba a
los estados, de forma concurrente con la autoridad educativa federal, para
“otorgar, negar y retirar” RVOE. Aunque, el gobierno capitalino no había hecho
uso de esa atribución.
![]() |
Fuente: integra927.com |
La otra
iniciativa son las cinco escuelas universitarias impulsadas por Movimiento
Regeneración Nacional (Morena), ubicadas en las delegaciones que gobierna (Cuauhtémoc,
Tláhuac, Azcapotzalco, Tlalpan y Xochimilco). La coordinadora del proyecto,
Raquel Sosa, ha dicho que el proyecto cuenta con 11 millones de pesos anuales y
tiene 600 alumnos; en esta semana iniciaron sus cursos propedéuticos. Todavía
no obtienen el RVOE y pueden acudir a la autoridad federal o local.
Otra posibilidad
educativa más, con la reforma política del DF, me comentó una colega que analiza
el desarrollo de las universidades tecnológicas (Estela Ruiz), es que se podría
allanar el camino para la creación de esas instituciones locales en la entidad.
No hay ninguna.
La Ciudad de
México tiene algunos de los mejores indicadores (los revisaremos en próxima
entrega) y la reforma apenas arranca. Pero tal vez no será un paraíso
educativo.
(Publicado en Campus Milenio No. 645 Febrero 18, 2016, p.5)
No hay comentarios:
Publicar un comentario