jueves, 20 de febrero de 2025

Media superior: ¿el perímetro de la metrópoli?

 Alejandro Canales

UNAM-IISUE/PUEES

@canalesa99.bsky.social

 

(Publicado en la versión digital de Campus Milenio No. 1080. Febrero 20, 2025)

El anuncio sobre la eliminación del examen de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) fue realizado en Palacio Nacional el pasado 3 de febrero. Una medida que tiene alta relevancia para la organización del subsistema y para las familias de los jóvenes egresados de la secundaria de la zona centro del país. Pero el nivel medio superior se extiende más allá de esa zona y su complejidad es mayor.

 

La resonancia de la eliminación fue notable porque la hizo la presidenta Claudia Sheinbaum y participaron la jefa de gobierno de la Ciudad de México, la gobernadora del Estado de México, el secretario de Educación, la subsecretaria de Media Superior y otras autoridades.

 

El mecanismo de la Comipems estuvo vigente desde hace casi tres décadas y permitió organizar el ingreso de los jóvenes a las instituciones públicas de bachillerato en la Ciudad de México (Cdmx) y el Estado de México (Edomex). Ahora, la autoridad informó que, en lugar de la Comipems, utilizará una “plataforma de registro” y facilitará la inscripción de todos los egresados de secundaria. La medida es controvertida y pronto veremos los resultados.

 

Pero ¿de qué volumen estamos hablando? A nivel nacional, en el ciclo escolar 2023-2024, estaban matriculados 5.5 millones de jóvenes en la media superior y de ese total 11.5 por ciento estaba inscrito en la Cdmx y un 12.5 por ciento en el Edomex. Es decir, ambas entidades concentran casi una cuarta parte de la matrícula total. Una porción importante, pero no es el todo.

 

A nivel nacional, la mayor parte de los jóvenes están matriculados en el bachillerato general (65 por ciento); una tercera parte en el bachillerato tecnológico (34 por ciento) y la parte restante en los planteles de profesional técnico. Más o menos, las mismas proporciones se conservan en la ciudad capital y en el Edomex.

 

Los grandes números apenas nos dan una idea del tamaño, pero la media superior está integrada por múltiples subsistemas, como los centralizados federales (Bachilleratos Generales, Tecnológicos Industriales, Tecnológicos Agropecuarios, Formación para el Trabajo y el Bachillerato en Línea), los descentralizados federales (el Conalep, el Colegio de Bachilleres o los Centros de Enseñanza Técnica Industrial), los centralizados estatales y los descentralizados estatales.

 

La diversidad de la media superior tiene su expresión en las entidades federativas, en cada una se integra de forma distinta y así es su problemática. Desde hace más de 15 años se busca unificar a nivel nacional este nivel educativo y se han ensayado distintos componentes para reformarla, entre ellos la puesta en marcha de un Marco Curricular Común.

 

En el actual periodo, aparte de que persiste la intención sobre el marco curricular, se ha propuesto como meta para el año 2030: “150 mil profesionistas y técnicos anuales con formación continua alineada a sectores estratégicos y 100 por ciento de educación dual en media superior técnica” (Plan México).

 

Las cifras de profesionistas y técnicos que se propone, cabría suponer, son adicionales a los números actuales. Según la información de ANUIES, en el ciclo escolar 2023-2024, egresaron de licenciatura del total de instituciones de educación superior poco más 734 mil jóvenes y se titularon 601 mil 259.

 

Por su parte, la matrícula total de técnicos superiores sumó 168 mil 785 jóvenes, egresaron 45 mil 542 y se titularon 35 mil 491. A su vez, como ya indicamos, los profesionales técnicos de la media superior son la proporción minoritaria de ese nivel, suman casi 49 mil a nivel nacional.

 

Según las cifras de la SEP, en el ciclo escolar anterior, la matrícula en el Sistema Dual de Educación Media Superior fue de poco más de 14 mil estudiantes. Tal vez, como referencia, cabría tener presente los casi 50 mil profesionales técnicos, también la matrícula de los Conalep de poco más de 300 mil y los más de 20 mil estudiantes de los Centros de Enseñanza Técnica Industrial.

 

El Plan México no ha detallado las estrategias ni acciones a desarrollar, al menos no sobre la indicada, para saber exactamente a qué sectores estratégicos se refiere. Pero, como se podrá advertir, la meta de crecimiento de profesionistas y técnicos significa, con los números actuales, un incremento anual de alrededor del 18 por ciento y localizado en determinados sectores. Tampoco se ha definido con claridad la meta sobre la educación dual.

 

Los desafíos de la educación media superior son múltiples y van más allá del perímetro de la zona metropolitana de la Cdmx.

 

Pie de página: La fundadora y directora de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, Raquel Sosa Elízaga, también fue nombrada, el pasado 13 de febrero, directora del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (Crefal). Y los conflictos, literalmente y para variar, están tocando a la puerta. Las instalaciones del Centro están cerradas y los trabajadores permanecen afuera.

Semiconductores: ¿el Castillo Kutsari y el retorno?

 

Alejandro Canales

UNM-IISUE/PUEES

@canalesa99.bsky.social

 

(Publicado en Campus Milenio No. 1079. Febrero 2, 2025, pág. 4)

 

El motivo fue la presentación de lo que será el Centro de Diseño de Semiconductores. Un proyecto encomendado a la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) que busca incursionar en toda la cadena de valor de los semiconductores. Es decir, diseñarlos, fabricarlos y llevarlos hasta el usuario final.

 

Ahí estaban, en Palacio Nacional, en la conferencia de prensa del pasado 6 de febrero, funcionarios y miembros de la comunidad científica nacional. La presidenta Claudia Sheinbaum los anunció como un “grupo muy nutrido” que la acompañaba esa mañana.

 

Y sí, estaba el coordinador del proyecto de semiconductores y director de Innova Bienestar, Edmundo Gutiérrez Domínguez, pero también directivos y personal de instituciones académicas, como el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe), el Centro de investigación en Materiales Avanzados (Cimav), la UNAM, el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), el IPN, entre otros. En conjunto, sumaban poco más de una docena.

 

No tendría nada de particular la presencia de personas relacionadas con el ámbito científico y tecnológico en un proyecto gubernamental. Después de todo, se trataba de presentar una iniciativa tecnológica, y lo que cabría esperar era que los participantes fueran especialistas en la materia.

 

Sin embargo, su participación ya no era tan esperable si se recuerda que, en el gobierno anterior, el conflicto y las disputas entre la autoridad y miembros del sector fueron el común denominador.  El camino de la interlocución y la cooperación estaba empedrado de agravios; los puentes de entendimiento con la comunidad quedaron dinamitados.

 

Difícil, muy difícil que el entonces Conacyt, vuelto de espaldas a la comunidad que debía coordinar, pudiera poner en marcha diferentes iniciativas y mostrar buenos resultados. Tal vez ahí esté parte de la explicación de que, a estas alturas, la vacuna Patria contra el Covid-19 siga siendo una intención. Y más o menos ocurrió lo mismo con los diferentes proyectos planteados.

 

¿Ahora viene un punto de inflexión y estamos ante un eventual retorno de la comunidad académica y científica? El proyecto de semiconductores, tanto por su naturaleza como por las instituciones involucradas, es muy acotado para demostrarlo. Faltan las líneas estratégicas del programa sectorial y, muy especialmente, una reforma del marco normativo.

 

Sin embargo, los primeros pasos apuntan en la dirección de retrotraer al sector, como las reuniones con los jóvenes del programa Cátedras, las líneas de atención de la Secretaría, las iniciativas que se buscan impulsar a través de cooperación en red o los nuevos proyectos. Aunque, la fuerza centrípeta persistirá, mientras no se modifiquen las normas.

 

Los semiconductores, cuyo nombre le viene por su conductividad eléctrica intermedia y el tipo de materiales que utiliza para su fabricación, son mejor conocidos como chips. La industria de los semiconductores es fundamental para cualquier tecnología moderna, sea para el desarrollo de los dispositivos electrónicos o para los sistemas de comunicación.

 

La titular de la Secihti precisó que el proyecto se llama Programa Kutsari. La razón: “Porque quisimos utilizar una lengua originaria, por supuesto, y kutsari quiere

decir ‘arena’ en purépecha. Y, bueno, la arena es fundamental en este tema,

porque, por ejemplo, el silicio es uno de los materiales importantes en este

trabajo para crear los dispositivos” (06.02.2025).

 

México tiene una larga experiencia en el terreno de los semiconductores. Las primeras empresas internacionales de semiconductores se instalan desde finales de los años sesenta en Jalisco, como Siemens, Motorola, General Instruments, IBM. No es fortuito que el Centro Tecnológico de Semiconductores del Cinvestav se haya instalado ahí desde los años ochenta.

 

No obstante, una etapa es el diseño, en donde instituciones académicas nacionales tienen experiencia, pero otra es la fabricación y el ensamblaje. La industria de los semiconductores está en expansión y es altamente competitiva, con Taiwán, China, Corea del Sur y Estados Unidos a la cabeza; las exportaciones mundiales suman más de 600 mil millones de dólares y se espera que en este año sean de más de 700 mil. México no figura actualmente en la decena de países líderes en exportaciones de estos dispositivos.

 

El coordinador del Programa Kutsari planteó que se piensan enfocar en el sector de la tecnología tradicional –no en la de alto rendimiento--, en el mercado local y planean cubrirlo para el año 2030. El mismo coordinador tiene presente que para la etapa de fabricación, la más costosa de la cadena, tienen considerado la participación del sector privado para montar una fábrica.

 

En fin, el proyecto Kutsari puede ser un castillo de arena más en el paisaje nacional o un castillo con bases firmes de cooperación entre diferentes sectores. Lo insoslayable será el nivel de inversión para ponerlo en marcha. Ya lo constataremos en el periodo.

 

Pie de página: La iniciativa de reforma a los artículos 4º y 27 de la Constitución Política, sobre conservación y protección de los maíces nativos, seguriá en suspenso en el Congreso.

viernes, 7 de febrero de 2025

El dinero, el espacio y la información de la Agencia Digital

 

Alejandro Canales

UNAM-IISUE/PUEES

@canalesa99.bsky.social

 

(Publicado en la versión digital de Campus Milenio No. 1078. Febrero 6, 2025)

 

Una agencia nacional especializada en materia digital, informática y en tecnologías de información y comunicación es una buena medida y muy necesaria. Los esfuerzos estaban dispersos en diferentes secretarías, a menudo eran poco visibles y muy a la zaga de los servicios y adelantos que se registran a nivel mundial.

 

La actual administración puso en marcha la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT). Las normas todavía no especifican cuál es su estatus jurídico; está claro que es una dependencia del Poder Ejecutivo Federal, pero no es una secretaría y tampoco se indica si es un órgano descentralizado, desconcentrado o qué es. Algunos de los primeros desafíos que enfrentará será decidir cuál es su prioridad, cumplir su tarea con recursos escasos y con una estructura administrativa limitada.

 

Desde el inicio del presente sexenio, la administración ajustó números y nombres de las dependencias gubernamentales. Algunos de los cambios más relevantes, como anotamos aquí mismo en su momento, fueron elevar a rango de secretaría de Estado a dos organismos, cambiar de nombre a otra secretaría y crear la ATDT.

 

Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum anticipó que los cambios en las dependencias no implicarían mayor presupuesto ni tampoco crecimiento de la administración. Las cosas ya venían complicadas desde el periodo de gobierno anterior, con los fuertes recortes en los gastos de operación y la reducción en el número de subsecretarías; las dependencias ya tenían dificultades para la gestión y la prestación de servicios.

 

Una línea de continuidad entre el sexenio anterior y el actual quedó trazada en lo que concierne a la contención del aparato burocrático y las medidas de austeridad. No es para menos, sobre todo si se sostienen las transferencias directas y se quiere controlar la deuda pública y el déficit presupuestario.

 

La Agencia tiene encomendados múltiples asuntos que involucran datos de identificación personal altamente sensibles, como la formulación de políticas para el uso de la identidad y ciudadanía digital, la autenticación digital basada en la CURP, la integración de un servicio nacional de identificación personal, la gestión de bases de datos para hacer interoperables los sistemas de Administración Pública Federal con el Registro Nacional de Población, las acciones en materia de datos abiertos y gobierno abierto, o bien, las políticas de telecomunicación y radiodifusión del gobierno federal, entre muchas otras (DOF. 28.11.2024).

 

Según el reglamento interior de la Agencia, para realizar sus actividades contará con cuatro unidades administrativas, la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, una docena de direcciones generales y un número todavía no especificado de otros mandos dentro de la jerarquía administrativa. No están disponibles los números de su personal, pero, por la estructura que indica, seguramente serán modestos.

 

Además, buena parte de las funciones que desempeñará, las realizará en colaboración con otras secretarías. Por ejemplo, en coordinación con la Secretaría de Economía implementará el sistema informático para establecer expedientes electrónicos empresariales. Asimismo, con la SEP fortalecerá el acceso a la información digital en los espacios escolares, así como como la conectividad en estos a redes de telecomunicaciones. Igualmente, con la Secretaría de Gobernación se coordinará para la puesta en marcha de los sistemas nacionales de información personal.

 

¿Con qué presupuesto contará la ATDT? La reciente reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de este año precisan que la Agencia concentrará los recursos que ejercían cinco entidades: la Coordinación de Estrategia Digital Nacional (44 mdp), la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (64.5 mdp), el Servicio Postal Mexicano (2.7mmdp), el Organismo Promotor de Telecomunicaciones (144 mdp) y la Agencia Espacial Mexicana (70 mdp). (Dejemos para una siguiente entrega la inconformidad y el conflicto desatado en la Agencia Espacial).

 

En total, la ATDT tendrá poco más de 3 mil millones de pesos, y el mayor volumen proviene del Servicio Postal Mexicano. Sin embargo, los recursos podrían casi duplicarse, porque según el anexo 12 del PEF 2025, que se refiere al sector de ciencia y tecnología, la Agencia también concentraría los 2 mil 600 millones de pesos de recursos propios del Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Infotec).

 

Seguramente después se conocerá el detalle de las cifras, el tamaño de la Agencia y el curso de las iniciativas que pondrá en marcha. Tal vez para entonces podremos tener una mejor valoración de sus actividades en correspondencia con el presupuesto asignado. Por lo pronto, literalmente, ya se hizo del espacio que tenían diferentes entidades y manejará información altamente confidencial. Todavía no sabemos que controles habrá para esas operaciones y si el volumen de presupuesto es un riesgo o no.

 

Pie de página. El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, dice que la entidad será el nuevo Silicon Valley. Sí, así lo anunció.