El ejercicio
de consulta en ciernes parece prometedor, aunque por la composición misma de
las propuestas, los antecedentes de participación social en otros ámbitos y por el medio que se utilizará, por ahora sus
resultados serán poco alentadores.
Desde la
semana pasada y hasta el próximo 30 de enero estará disponible una página web (agendaciudadana.mx) para que
cualquier persona pueda seleccionar “hasta tres retos que deben
afrontarse desde la ciencia, la tecnología y la innovación para lograr una
mejor calidad de vida en el horizonte del año 2030”.
Es una iniciativa de la
Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y casi una veintena de organizaciones académicas,
científicas y políticas, para elaborar lo que han denominado Agenda Ciudadana
de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El procedimiento de consulta
es relativamente sencillo. En una página electrónica aparecen una decena de
temas que han sido seleccionados por especialistas de diversas disciplinas, los cuales
“analizaron los principales problemas nacionales y propusieron las rutas en las
que la ciencia puede contribuir para su solución”. Los temas son: agua; cambio
climático; educación; energía; investigación espacial; medio ambiente;
migración; salud mental y adicciones; salud pública; y seguridad alimentaria.
Sin duda los tópicos
seleccionados son importantes, pero ¿el número es ilustrativo de los principales
problemas nacionales? ¿Son irrelevantes los temas de la biotecnología, el
transporte, las telecomunicaciones, los materiales, la seguridad y defensa o la
producción industrial, por ejemplo? No lo parecen. Hubiera sido conveniente una
primera consulta para recibir temas sensibles y luego hacer una selección.
En cada uno de los diez temas
seleccionados, con sus respectivos hiperenlaces en la página electrónica,
aparecen tres componentes: un video con la propuesta, una descripción breve y
un mensaje del coordinador o coordinadora alentando a seleccionar ese reto. Así,
se supone que el internauta consultado navegará en los temas y, al final,
seleccionará tres.
Una vez concluido el plazo
de consulta, el resultado con los tres retos que obtuvieron el mayor número de
adhesiones se entregará a los “tomadores de decisión”. Además, también
entregarán los diez libros temáticos, cada uno con el correspondiente diagnóstico
y las propuestas de políticas públicas.
Los retos se presentan al
consultado con propósitos sintéticos. Por ejemplo, en lo que concierne al tema
del agua, se plantea: “asegurar el abasto de agua potable para toda la
población”. En el de investigación espacial se propone “desarrollar una
industria aeroespacial mexicana competitiva y con resultados de interés para la
sociedad”. O en materia ambiental se destaca “recuperar y conservar el medio
ambiente para mejorar nuestra calidad de vida”
En educación se anota como
reto “modernizar el sistema educativo con enfoque humanístico, científico y
tecnológico”. Sin embargo, se plantea un asunto en el video y otro en la
descripción que ofrece.
Por un lado, el video anota
como pilar principal, la construcción de una nueva universidad pública federal
de investigación en cada uno de los estados. Por otro, en el apartado de descripción
del reto, en un hiperenlace siguiente, se precisa que debe cambiar la idea de
enseñanza del sistema educativo (pasar de la repetición y memorización a otra
de relación de conceptos y aprendizaje de lo “imprescindible”) para lo cual es
necesario aumentar el número de escuelas y la inversión en educación de 8 por
ciento del PIB y uno por ciento para ciencia y tecnología. Como se puede
advertir las propuestas no son lo mismo y pueden confundir al eventual
consultado.
Otro elemento a considerar
es que, en general, las consultas ciudadanas atraen principalmente a los
directamente involucrados y más bien a muy pocos (suficiente con ver los
resultados de la reciente consulta de presupuesto participativo del DF).
Además, la consulta y operaciones a través de Internet, aunque cada vez más
utilizadas por sus evidentes ventajas, todavía enfrentan el escepticismo, la
desconfianza y el bajo perfil tecnológico y de ingresos, de un estrato importante
de ciudadanos.
(Publicado en Campus Milenio No. 486. Noviembre 15, 2012)
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