Alejandro Canales
UNAM-IISEU/PUEES
Twitter: @canalesa99
(Publicado
en Campus Milenio No. 953. Junio 23, 2022. Pág. 4)
La iniciativa
es relativamente asombrosa: el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Poli, aplicó la semana pasada, por
primera vez, su examen de admisión totalmente en línea. Los aspirantes todavía
no conocen los resultados, eso será al final del mes próximo, pero lo que ahora
llama la atención es el posible cambio en las formas y mecanismos de valoración
académica.
El uso de
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) no son ninguna novedad en
el terreno de las instituciones educativas. En México, desde los años sesenta y
setenta, con los modelos de educación a distancia y educación no escolarizada,
se ha experimentado con la televisión y la radio, tecnologías que entonces
estaban disponibles. Las décadas siguientes trajeron otro par de programas:
Computación Electrónica en la Educación Básica (COEEBA) y Red Escolar en
escuelas primarias y secundarias; ambos a la búsqueda de apoyos didácticos en
las aulas y utilización de herramientas tecnológicas.
Al inicio de los años 2000, con el
furor del cambio de siglo y de milenio, parecía inexorable la presencia generalizada
de las TIC en los salones de clase, porque se multiplicaron los programas para
impulsar la conectividad en todos los niveles educativos y especialmente el uso
de la computadora, los proyectores audiovisuales y el desarrollo de software educativo.
Desde entonces fue inocultable que
se abría una brecha digital, porque el acceso no era ni es para todos y lo peor
es que la brecha, lejos de cerrarse, en algunos casos se ha ensanchado. A la
par, comenzó a interrogarse, cada vez con mayor inquietud, el impacto de los
dispositivos tecnológicos en el aprendizaje de los alumnos y las respuestas a
la fecha no son concluyentes. La controversia es mayor sobre la confiablidad de
una valoración académica a distancia o por medios digitales.
Sin embargo, uno de los mayores puntos
de quiebre a escala mundial en el uso de la TIC ha sido la reciente pandemia.
La contingencia sanitaria ha sido un poderoso acicate para el uso intensivo de
Internet, el desarrollo de plataformas informáticas y para llevar los dispositivos
tecnológicos a todas las áreas.
La pandemia todavía no concluye,
pero estamos en un momento diferente y el confinamiento ya no es lo que fue. El
retorno a las actividades presenciales es cada vez mayor y tal parece que llegó
la hora de valorar cuáles de ellas seguirán a distancia y qué herramientas
tecnológicas conservarán un alto estatus y cuáles no.
El uso de dispositivos
tecnológicos para una evaluación académica tampoco es una rareza, hace tiempo
que están en funciones y se han utilizado para diversos propósitos, pero casi
siempre su aplicación fue presencial. Sin embargo, actualmente, derivado de la
pandemia, se ensayan valoraciones a gran escala y totalmente en línea.
El punto es que se trata de evaluaciones
en línea sumativas, o sea, valoran desempeños y son decisivas para obtener un título
o un certificado, pasar o no de grado, ser admitido o rechazado en una
institución. Algunos, le llaman exámenes de alto impacto porque tienen un
efecto directo en el futuro y en la trayectoria escolar de las personas.
Diversas naciones están en la
disyuntiva de retornar a la aplicación de exámenes finales de forma presencial
o continuar con la experimentación en línea. El punto clave, en el segundo
caso, es si la valoración del desempeño es sobre la preparación y el
conocimiento de los estudiantes o, por el contrario, tiene un claro sesgo hacia
la habilidad tecnológica de los sustentantes, la posesión de un dispositivo
tecnológico correcto y las condiciones adecuadas en el hogar (u otro sitio) para
presentar el examen.
En México, durante el periodo álgido
de la contingencia sanitaria, el concurso de selección para ingresar al nivel
medio superior en instituciones públicas de la Cdmx y el estado de México
conservó el carácter presencial; lo mismo ocurrió a nivel licenciatura con los
exámenes en la Unam y en el Poli.
Sin embargo, para este año el Poli
cambió de estrategia. Nos reporta que su examen es totalmente en línea y para
ello se identificaron correctamente en la plataforma 104 mil 635 aspirantes. De
ese total, solamente 91 mil 802 realizaron el examen correspondiente. La
institución dará una oportunidad más para aquellos solicitantes que por
diversas circunstancias no completaron el proceso. También informó que “799
aspirantes fueron bloqueados por la plataforma Edtest.ai, que detectó a quienes
incurrieron en actividades no permitidas en la convocatoria de admisión” (Tarjeta informativa No. 4. 19.06.2022)
En fin, quedan
por explorar diversos ángulos del tema, como la regulación de la autoridad al
respecto, los pronunciamientos de las organizaciones académicas, la experiencia
internacional, la logística, las plataformas disponibles, entre otros. Por lo
pronto, en México, tendremos un panorama más claro cuando se conozcan los
resultados definitivos y ahí veremos si el futuro está en línea.
Pie de página. Gustavo Petro, el presidente electo de Colombia, propone una educación superior pública gratuita y una erradicación total del analfabetismo. Pendientes.
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