El uso de las tecnologías
de la información y comunicación (TIC) en los salones de clase se ve como una
de las válvulas de escape para disminuir la presión de una creciente demanda
educativa de niños, jóvenes y adultos; también como el instrumento que dará esa
calidad y mejora que tanto busca la educación.
En tal
perspectiva, diferentes programas se han puesto en marcha, desde la distribución
masiva de equipos tecnológicos en las aulas hasta el diseño de nuevas
modalidades educativas no presenciales. Básicamente con la idea de facilitar y
mejorar el aprendizaje, atemperar el problema de acceso educativo y enfilarse
en la ruta de sociedad de la información.
Sin embargo, iniciativas
pioneras y experiencias relativamente recientes en materia de TIC en educación,
han dejado en claro que las tecnologías por sí mismas resultan insuficientes. El
contexto escolar, la integración curricular y el papel del maestro son
elementos imprescindibles para poder apreciar algún impacto de las TIC en el
aprovechamiento de los estudiantes.
En el caso de
México, en la última década, los grandes planes que se han puesto en marcha
para llevar las TIC a la educación básica han consumido importantes montos de recursos
económicos, su operación ha sido ampliamente cuestionada, sus resultados poco
edificantes y han provocado reacciones ambivalentes sobre la utilidad de los
dispositivos tecnológicos en la escuela.
A pesar del
desencanto, se sigue conservando cierta confianza en el uso de las TIC para
lograr la calidad educativa e impulsar el rendimiento de los estudiantes. Sobre
todo porque el alcance de los dispositivos tecnológicos parece ir en aumento
constante fuera de la escuela y en la vida cotidiana.
Aunque, como
siempre ocurre, el alcance de los bienes y servicios se corta por estratos
socioeconómicos y revela las graves desigualdades en México. También muestra
que en este terreno el país avanza a un ritmo diferente.
Según el reporte
del año pasado del Foro Económico Mundial sobre el uso e impacto de la TIC en
el desarrollo y competitividad de las naciones (“The Global Information
Technology Report 2012”),
particularmente de su Índice de Disponibilidad de Red, México ocupaba la
posición 76 entre 142 países. Hace seis años, en el mismo índice, ocupa la
posición 45 entre 122 países.
No obstante, desde el gobierno federal y de
los partidos políticos no se ha abandonado la idea de llevar las TIC a la
escuela. En el Pacto por México quedó asentado el compromiso número 11:
instrumentar un programa de dotación de computadoras portatiles con
conectividad para todos los alumnos de quinto y sexto grado de escuelas primarias
públicas, así como adecuar los contenidos edcuativos al contenido de la
tecnología y la capacitación de los maestros. Esto significará distribuir 4.9 millones
de computadoras entre los alumnos (es la matrícula de los dos grados
considerados), la modificación curricular y atender al correspondiente número
de profesores.
El
compromiso fue ratificado por el presidente Enrique Peña Nieto, en su gira por
Uruguay al final del mes pasado,
cuando visitó el Plan de Conectividad
Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea (Ceibal) de ese
país y dijo que impulsaría un modelo propio.
El plan Ceibal está en operación en
Uruguay desde el 2007 y consiste en el otorgamiento de una computadora portátil
(el modelo XO) a todos los alumnos y maestros de enseñanza primaria (alrededor
de 350 mil equipos). Luego se extendió a la educación secundaria en el 2011. Es el modelo de One Laptop per
Child (OLPC) desarrollado en el laboratorio de medios del Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT) e impulsado por Negroponte, como alguna vez
ya lo comentamos aquí.
Los resultados de PISA 2009
sobre tecnologías digitales y desempeño, los más recientes disponibles,
muestran que en los países de la OCDE existe una mejora continua en el acceso
de los estudiantes a las TIC. La disposición de Internet en casa pasó de 45 a
89 por ciento en promedio. Sin embargo, mientras que algunos países, como
Noruega y Finlandia, prácticamente
universalizaron la computadora en
casa y el acceso a Internet, otros países, como México, menos de la mitad de
sus estudiantes de 15 años tienen el equipo y el servicio (p. 175).
(Publicado en Campus Milenio No. 497. Febrero 14, 2013.
Existen ventajas y desventajas respecto al rápido avance de la Tecnología. En mi caso, ya que no terminé mis estudios, decidí buscar una opción que me permitiera trabajar y estudiar al mismo tiempo. Por ello, seleccioné a la UTEL, donde puedo revalidar un gran número de materias que había cursado anteriormente, y ahora curso el tercer cuatrimestre de la carrera de Administración y Finanzas. Mayor información en : http://bit.ly/RegUTEL
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