El primer año: la difusión de los datos
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
canalesa@unam.mx
Twitter: @canalesa99
La actual
administración cumple su primer año de gobierno. En el terreno de la ciencia y
la tecnología todavía no se aprecia con claridad cuáles serán sus principales
iniciativas. Salvo lo previsto en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), la
expresión reiterada de alcanzar el uno por ciento del PIB al término del periodo,
algunas ideas e intenciones que se autocalifican como buenas y un par de
acciones que se han puesto en marcha.
En el PND
quedó registrado el objetivo de tomar como pilares al desarrollo científico y
tecnológico para el progreso económico y social sostenible. Según el Plan un
propósito que se logrará con diferentes estrategias. En primer lugar y como lo
hemos anotado en múltiples ocasiones, con un crecimiento anual de la inversión
en investigación científica y desarrollo tecnológico hasta lograr el uno por
ciento del PIB.
Difícil saber
si alguno de los programas tradicionales será modificado sustancialmente. La
idea de incrementar exponencialmente el número de estudiantes mexicanos en
Estados Unidos (de 14 mil a 100 mil) y de estadounidense en México (de 4 mil a
50 mil) en el próximo quinquenio, todavía permanece en el terreno de las buenas
intenciones.
Tampoco se
sabe si el cúmulo de aportaciones realizadas en el primer y único congreso de
miembros del SNI, realizado hace más de tres años, será recuperado para una
eventual modificación del Sistema. Lo mismo que la encuesta que recientemente
realizó el grupo de trabajo del Foro Consultivo Científico y Tecnológico sobre
la percepción de la evaluación académica y especialmente sobre el SNI.
Cabría esperar
que la serie de datos y la experiencia, después de casi tres décadas de
experimentar con la evaluación del rendimiento académico individual, se
reflejara en cambios importantes en algunos de los programas. El asunto es que
debe ser una modificación al conjunto, porque el sistema científico y
tecnológico nacional ha quedado atado a una estructura de incentivos general,
por lo que modificar un componente tiene repercusiones en el resto.
Hasta ahora,
lo más visible ha sido el incremento para este año y el próximo en el gasto
federal para la actividad científica y tecnológica (el ramo 38). Tema del que
nos hemos ocupado en su oportunidad en estas mismas páginas. Solamente vale la
pena destacar que es una aportación relativa para alcanzar el principal
objetivo de esta administración, porque como se trata de inversión nacional, alcanzarlo
dependerá de la aportación del sector empresarial y del privado no lucrativo.
El otro hecho,
menos público, más organizacional y que está por demostrar su relevancia, es la
Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación. Una instancia creada en abril
de este año, con funciones más bien limitadas de apoyo, consulta y asesoría,
encabezada por Francisco Bolívar Zapata y dependiente de la Jefatura de la
Oficina de la Presidencia de la República.
La
Coordinación mencionada fue lo que quedó de la idea de crear una secretaría de
Estado que se encargara del sector científico y tecnológico, e incluso que
también aglutinara a la educación superior. Ni una ni la otra. La instancia que
se creó es una versión más acotada de lo que en su momento fue el Consejo
Consultivo de Ciencias de la Presidencia, solo que la actual sin interlocución
con el ejecutivo federal.
Otro asunto
son las acciones que se desarrollarán con los recursos aprobados en el reciente
presupuesto de egresos. Figura de forma sobresaliente la iniciativa de crear el
Programa de
Cátedras para Jóvenes Investigadores, como una alternativa de plazas para los
jóvenes o la idea de destinar mayores recursos a proyectos de investigación
para atender problemas nacionales. Pero, hasta ahora, son proyectos.
Finalmente,
vale la pena notar la mera coincidencia de dos recientes publicaciones. Una, la
Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico 2012. Otra, la venturosa aparición,
precisamente en estos días, de un breve artículo en la prestigiosa revista Nature sobre lo que está realizando el
actual gobierno en la materia (Mexico bolsters science funding. President aims to
boost spending and reform research laws). Los datos, como posteriormente podremos apreciar, serán la línea base
de referencia.
(Publicado en Campus Milenio
No. 537. Noviembre 28, 2013, p. 4)
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