Los diputados... y sus comisiones especiales
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
Todavía no se conocen los
resultados definitivos de las elecciones del pasado 7 de junio, pero las
tendencias parecen irreversibles. Todos los cargos de elección popular que
estuvieron en disputa son importantes, aunque tal vez los 500 diputados
federales nos debieran preocupar más.
Los diputados federales son los
que analizan, aprueban y se sirven del gasto público. Además, también conviene tener
presente la distribución y responsabilidad de los legisladores en el conjunto
de comisiones ordinarias, extraordinarias y especiales que integran, entre
ellas las de educación y ciencia.
Los actuales diputados todavía no
presentan su informe final, lo deberán hacer a más tardar el mes próximo, pero
están sus informes parciales. Obviamente, los eventuales ganadores de los recientes
comicios aún no elaboran un programa de trabajo, aunque algunos sí tienen
propuestas de agenda legislativa. Al menos debiéramos tomarlos como referente
para una mayor exigencia.
En la cámara de diputados que
está por marcharse estaban representadas ocho fuerzas políticas, el PRI como
primera minoría con 214 integrantes, le seguía el PAN con 113, el PRD con 99 y
luego otros 77 diputados de cinco partidos minoritarios (incluyendo dos
legisladores sin partido).
Entre las 52 comisiones
ordinarias estuvo la de “Ciencia y Tecnología”, encabezada por el diputado Rubén
Benjamín Felix Hay del partido Nueva Alianza y contó con 22 integrantes,
siguiendo más o menos la misma distribución relativa de fuerzas políticas que
el total de la cámara. La comisión de “Educación Pública y Servicios
Educativos”, presidida por Roberto López González del PRD e integrada por 28
diputados, con el mismo principio de composición que la comisión de ciencia.
Otra más fue la “Especial de
Fortalecimiento a la Educación Superior y la Capacitación para Impulsar el
Desarrollo y la Competitividad”, encabezada por la diputada Laura Ximena Martel
del Verde Ecologista, comenzó con 14 integrantes y terminó en marzo pasado con
diez diputados. Fue una de las 35 comisiones especiales, creadas más para
preservar equilibrios en la titularidad de comisiones y privilegios asociados
entre fuerzas políticas, en lugar de verdaderas necesidades legislativas.
El objetivo general que se
planteó esta comisión especial, nos puede dar una idea de su naturaleza: Perfeccionar el marco jurídico, contribuir a
un proyecto de gobernanza multinivel que favorezca una dirección coordinada y
corresponsable que impacte una cultura compatible con la ciencia, que a su vez
dote de un compromiso y de una práctica ética que supere el analfabetismo
social que impera y ha determinado prejuicios en los que el desarrollo del país
se ha visto impactado, a través del impulso de un nuevo marco normativo y del
establecimiento de estrategias comunes que permitan a las instituciones
públicas y privadas de educación superior el cumplimiento cabal de sus
funciones...” (programa anual de trabajo 2013-2014, p. 14).
A partir del 1 de abril, como
parte de las medidas de austeridad en la cámara, se declaró la extinción de 17
de las 35 comisiones especiales, porque “su objeto de creación se había
cumplido y agotado”, la de Fortalecimiento a la Educación Superior fue una de
ellas.
La citada comisión, en su primer
informe en la Gaceta Parlamentaria,
reportó su instalación y diferentes reuniones para organizar un foro. En su último
reporte destacó que su junta directiva otra vez realizó reuniones de
acercamiento “para organizar futuras reuniones de trabajo” con diversas
organizaciones, como la Asociación
Mexicana de Capacitación y Empresarial, la Secretaría de Innovación Educativa
de la Coordinación de Universidad Abierta y a Distancia de la UNAM, y la
Dirección de Estudios para la empleabilidad de la Secretaría de Trabajo.
Además, reportó una reunión de trabajo con representantes de ANUIES.
¿Y en materia de presentación de iniciativas?
Ninguna. Tampoco nada de asuntos turnados para dictamen, ni de comisiones
unidas y ni siquiera asuntos remitidos para una opinión. Una auténtica y
verdadera falsedad de comisión. Tan necesaria como extinta. Aguardemos los
informes finales de las otras comisiones ordinarias para valorar su labor.
Según los resultados de las recientes
elecciones, la composición total de la siguiente cámara de diputados será
ligeramente diferente, ya lo comprobaremos con los resultados finales. Sin
embargo, lo que no debiéramos permitir es el mismo patrón de distribución de
privilegios y derroche de recursos.
(Publicado en Campus Milenio No. 611. Junio 11, 2015, p.5)
No hay comentarios:
Publicar un comentario