¿Información especializada para
legisladores?
Alejandro
Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter:
@canalesa99
Una oficina de
información especializada y consulta experta para legisladores podría ser una iniciativa deseable,
aunque tendría que salvar múltiples escollos para ponerse en marcha y hacerse de
un buen lugar frente a las múltiples instancias que ya existen en las Cámaras.
La propuesta de
crear una Oficina de Ciencia y Tecnología al servicio de las Cámaras de
Senadores y Diputados la formuló José Franco, el coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico
(FCCyT), en sesión de trabajo con la comisión de ciencia y tecnología del
Senado.
www.foroconsultivo.org.mx |
Según
información del propio Foro (30.09.2015), los integrantes de la comisión
avalaron la propuesta de crear la Oficina. La idea, como la expresó José
Franco, es que alrededor de una docena de científicos trabajen de “tiempo
completo para el legislativo de nuestro país y se encarguen de formar notas
pertinentes, sintéticas y bien definidas dentro de cada uno de los temas que el
legislativo va a estar atendiendo a lo largo del año”.
El modelo de
referencia es la Oficina Parlamentaria de Ciencia y Tencología del Reino Unido
(Parlamentary Office of Science and
Technology, POST). Una instancia creada para asesorar científicamente y
prestar diferentes servicios a la Cámara alta (Lores) y la Cámara baja
(Comunes).
La oficina de
referencia del Reino Unido es supervisada por 14 parlamentarios y cuatro
representantes de la comunidad científica y tecnológica. Es relativamente chica,
integrada por un director, ocho consejeros científicos y dos administrativos.
Además, utiliza extensa e intensamente, por periodos cortos, a becarios
doctorales y posdoctorales, respaldados por organizaciones y sociedades de
investigación (www.parliament.uk).
El tipo de
servicios que presta la POST al parlamento británico van desde asesorar,
proporcionando evidencias de investigación sobre cuestiones críticas de
política pública, hasta suministrar breves análisis imparciales para uso
legislativo, validados científicamente. También celebra reuniones de
parlamentarios y expertos o realiza búsquedas de tendencias que podrían tener
implicaciones legislativas.
Al parecer, por
las evaluaciones que se le han practicado, son apreciados los servicios de
asesoría e información que presta la POST. En particular, los mismos
parlamentarios destacan la importancia de los análisis imparciales, la calidad
de la información y el hecho de que los reportes sean escritos especialmente
para ellos.
En el caso de
México, los legisladores se apoyan fundamentalmente en un heterogéneo y poco
eficiente cuerpo de asesores, asignados conforme el tipo de comisión a la que
pertenecen. De ahí se deriva la disputa y negociación por la titularidad de
comisiones cada inicio de legislatura.
Además, cada una
de las Cámaras tiene organismos especializados en diferentes materias, con
distintas trayectorias y productividad variable. Por ejemplo, la Cámara de
Diputados tiene media docena de centros de estudio: Finanzas Públicas; Derecho
e Investigaciones Parlamentarias; Estudios Sociales y de Opinión Pública; para
el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género; o el de Desarrollo Rural
Sustentable y la Soberanía Alimentaria.
A su vez, el
Senado de la República cuenta con el Instituto Belisario Domínguez, un órgano
encargado precisamente de realizar investigaciones estratégicas sobre el
desarrollo nacional que respalden el trabajo de los legisladores y también que
le sean útiles en los temas de su agenda. Tiene una treintena de investigadores
y una cantidad más o menos equivalente de técnicos y personal de apoyo.
De hecho, el
pasado mes de agosto, Conacyt y el titular del Instituto Belisario firmaron un
convenio de cooperación para realizar actividades en materia legislativa y de
investigación científica (Comunicado 70/15). Aunque, al parecer, lo más
importante para el órgano del Senado es que su personal de investigación se
pudiera incorporar al Sistema Nacional de Investigadores.
Adicional al
Instituto Belisario, el Senado cuenta con el Centro de Estudios Internacionales
para asesorarlo en materia de política exterior y con el Centro de Capacitación
y Formación Permanente para cumplir con la profesionalización de su cuerpo de
apoyo a través del servicio civil de carrera.
En fin, como se
podrá advertir, son múltiples, variadas y desiguales las fuentes de asesoría
legislativa. Añadir una instancia relativamente pequeña, altamente productiva y
especializada puede hacer una diferencia. Sin embargo, no será nada sencillo
tratar de ponerla en marcha, modificar rutinas y menos convencer a los legisladores
de renunciar a privilegios para una cierta racionalización de funciones y
gastos.
(Publicado en Campus Milenio No. 627 Octubre 8, 2015, p.5)
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