Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
(Publicado en Campus Milenio No. 722.
Septiembre 14, 2017. Pág. 5)
Los datos del Instituto Nacional para la Educación de los
Adultos (Inea), a diciembre de 2016, dicen que en México suman 29.3 millones de
personas en situacion de rezago educativo. De ese total: 4.2 millones no saben
leer ni escribir; 9 millones no concluyeron la primaria; y 16.1 millones no
terminaron la educación secundaria. El volumen representa alrededor de una
tercera parte (32.8 por ciento) de la población mayor de 15 años en el país.
Por otro lado, el reciente Quinto informe de gobierno, en el
apartado sobre reazago educativo sostiene: “De diciembre de 2012 a junio de
2016, 958,931 personas se alfabetizaron, 1,534,583 concluyeron la primaria y
2,621,148 personas concluyeron la secundaria. Desde su creación, enero de 2016,
hasta junio de 2017, el PEC logró que 1,274,650 personas concluyeran la
primaria (632,678) y secundaria (641,972)” (p. 315).
Lo evidente: no está informando sobre el avance registrado
entre el año anterior y el actual, como suele ocurrir anualmente. Tampoco es el
último informe, pero como si lo fuera. Los números se refieren a lo que va de
la actual administración. Así que podemos tomarlos como un cierre preliminar de
lo que será el mayor logro para abatir el rezago educativo.
Si sumamos los datos que reporta el informe resulta que, en
total, 5 millones 114 mil 662 personas recibieron un certificado que les
permitió abandonar las filas del rezago educativo en esta administración. Es
decir, disminuyó el rezago en poco más de un millón de personas por año. Una
cifra relevante, sobre todo si se considera que el Inea, en los 36 años de
operación, ha certificado un promedio de 750 mil personas por año.
Aunque ya no es una novedad, lo relativamente sorprendente
es que la disminución de cinco millones de personas en situación de rezago
educativo, cifra reportada en el Informe, no coincide con las estimaciones
anuales que el propio Inea ha venido publicando en su página electrónica. Según
este último, la cifra sería menor. Por cierto, ahora, casi todas las páginas
electrónicas de la administración pública están homogeneizadas, son mediáticas,
tienen un mismo formato y están llenas de video e imagenes de las acciones que
realizan. El problema es que resulta casi imposible encontrar información
relevante. ¿Lo ha intentado? Haga la pueba.
Regresando a las cifras discordantes. Si consideramos las
estimaciones del Inea, publicadas al cierre del 2012 y del 2016, el volumen del
rezago educativo pasó de 32.3 a 29.3 millones de personas en el periodo, así
que la disminución sería de 3 millones 39 mil 253 personas. Una cifra dos
millones abajo de la que se indica en el Informe de gobierno para el mismo
periodo.
La diferencia mayor no está en en el número de personas alfabetizadas.
De hecho, son casi similares las que reporta el informe y las estimaciones
previas del Inea: alrededor de 968 mil personas aprendieron a leer y escribir
en lo que va de esta admisnitración. Sin embargo, no es el mismo caso para
primaria y especialmente para secundaria.
Para educación secundaria, en el mismo periodo, las
estimaciones del Inea situaban la reducción del rezago en poco más de 844 mil
personas. Ahora el informe dice que más bien fueron 2.6 millones. Una variación
de casi dos millones; muy importante. Ahí está la diferencia mayor
¿Se puso en marcha alguna iniciativa
especial que justifique la disminución? Podría ser, el Inea, como en su momento
lo vimos aquí, en febrero del año pasado anunció la creación del Programa
Especial de Certificación (Pec). A través de este último, basado en el Modelo
Edcuativo para la Vida y el Trabajo, se reconocerían saberes y conocimientos de
las personas mayores de 15 años que no habían concluido su educación básica,
con lo cual podrían acreditar y certificar la primaria y la secundaria.
La
certificación a través del Pec incluye: primero, una autoevaluación; segundo, comprobar
experiencia con constancias, pero cuentan los cursos de capacitación como
beneficario de programas como Prospera, Seguro Popular o 65 y más; y tercero,
se presenta una evaluación de conocimientos básicos.
Lo
contradictorio es que las estimaciones del propio Inea, cuando ya estaba en
operación el Pec, no consideraron variación alguna. También, según lo anotamos
en el segundo párrafo de este texto, el mismo Informe dice que de enero de 2016, hasta junio de 2017, el Pec logró que 1.3
millones personas concluyeran la primaria y la secundaria (casi en cifras
proporcionales). Entonces, ¿cómo se explica la variación de las cifras para la
secundaria? Es un auténtico misterio.
El director del Inea, Mauricio López, el pasado 30 de junio,
en un tuit escribió: “#PocosLoSabenPero la alianza @INEAmx @Prospera_Mx fue
clave para que, más de 1 millón 800 mil personas superaran rezago educativo”. ¿Prospera?
Bueno, tal vez. Pero no, las cifras no cuadran.
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