Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
(Publicado en Campus Milenio No. 726.
Octubre 12, 2017. Pág. 5)
La emblemática
institución particular de élite fundada en los años cuarenta, el ITESM, mejor
conocido como el Tec de Monterrey, después
de 20 días, ante el aumento de expresiones de inconformidad y una creciente demanda
de información sobre el derrumbe de sus instalaciones en la Ciudad de México,
en desplegado público a plana completa, da las gracias a las instituciones que
le han ofrecido respaldo e informa de la implementación de un modelo educativo
híbrido. Nada. Nada más y nada menos.
Antes, diez
días después del sismo y también ante la presión, la institución informó que
fallecieron cinco estudiantes, cuarenta personas resultaron heridas, dos edificios
tenían daño estructural y se colapsaron sus puentes. También dijo que,
institucionalmente, había tomado la decisión de no informar sobre la empresa
constructora y se encerró en sí misma. ¿Puede hacerlo? Lo hizo.
Independientemente
de que la autoridad judicial debe ser informada cuando ocurre el fallecimiento
de personas y esclarecer la situación, todas las instituciones particulares que
imparten educación, al menos aquellas que cuentan con reconocimiento de validez oficial (RVOE),
se supone que están reguladas por la normatividad educativa. El servicio
educativo que prestan es un servicio público, sujeto a la ley aplicable.
La facultad de
otorgar o retirar el RVOE le corresponde a la autoridad educativa. Una
atribución que la SEP no dudó en ejercer para revocar las autorizaciones de
incorporación del Colegio Rébsamen para prestar los servicios de preescolar,
primaria y secundaria (Comunicado No. 282. 01.10.2017).
A pesar de que
todavía no se conoce el peritaje oficial y está en curso la investigación
judicial, con la revocación ejercida por la SEP, el Colegio tiene prohibido
seguir prestando servicios educativos en ese o en cualquier otro plantel. A su
vez, la misma SEP ofreció a todos los padres afectados, las facilidades para
que inscribieran a sus hijos en planteles públicos o privados, así como la
agilización de todos los documentos necesarios. ¿Eso también podría ocurrir en
el Tec?
No hay
comparación posible entre el Colegio Rébsamen y el Tec de Monterrey, salvo que
ambos son instituciones educativas particulares, sus planteles están en la
Delegación Tlalpan y debieran estar regulados por una misma normatividad. Pero
son muy diferentes. El primero es una institución relativamente reciente, un
negocio particular e imparte educación básica a un segmento reducido y local de
población. El segundo es una institución de estudios superiores, con presencia
nacional e internacional, fundado en 1943, dirigido a las élites, orientado a
la formación de cuadros industriales, aunque desde la década anterior se ha
acercado más a la formación social y humanista.
El Tec, además, cuenta con RVOE en todo el
país, avalado por un decreto presidencial del 24 de abril de 1952 y un acuerdo
de SEP de 1974 (DOF. 05.03.1974: 6). Un decreto otorgado por el entonces
presidente Miguel Alemán, que ampara completa libertad “respecto de todas las
cuestiones administrativas concernientes al plantel” y libertad para elaborar
sus planes de estudio, programas y métodos de enseñanza, pero que no “podrá
ponerlos en vigor sin la previa autorización de la Secretaría de Educación
Pública” (DOF. 12.09.1952: 5). ¿Entonces? Nada ha dicho la autoridad educativa.
Un dato
adicional más es que el Tec, a
diferencia de la mayor parte de instituciones particulares, incluso algunas de
élite, como lo informa en su página, además de los procesos nacionales, también
acredita sus programas ante la Southern
Association of Colleges and Scholls (SACS)
Tal vez, en
correspondencia con sus atribuciones y capacidades, el Tec, en su reciente
desplegado indicó que: “Con el apoyo invaluable de todos, hemos podido
adelantar la implementación de un modelo educativo híbrido, que combina el uso
de tecnologías modernas de interacción a distancia con sesiones presenciales,
el cual ha hecho posible que nuestros casi 8,000 alumnos hayan regresado a
clases”. (Reforma 09.10.2017: 3).
No existe más
información sobre el “modelo educativo híbrido”, pero por el volumen de
estudiantes, las aulas prefabricadas y la dispersión de espacios disponibles,
seguramente la parte medular descansa en la modalidad de educación en línea. Un
tipo de educación que muchas instituciones han puesto en práctica para satisfacer
una demanda educativa creciente de bajo costo. Un rasgo que ha incomodado a un
sector de sus estudiantes y sus familias, ante lo cual la institución ha
reaccionado indicando que reducirá o devolverá colegiaturas. Pero ¿los
estudiantes podrán revalidar o mudarse de institución? Difícil.
Se entiende la
tragedia, también que la situación del Tec
es extraordinaria, tal vez pasajera y que por ello apela a un cierto sentido de
comunidad (han tratado de viralizar la etiqueta #UnSoloTec sin mucho éxito). Lo
que no se entiende es que, a pesar de que presta un servicio público, no
informa, no rinde cuentas y se conduce con opacidad. Tampoco se entiende la
omisión de la autoridad educativa.
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