Reforma energética: ¿es vigente el programa
estratégico de formación de recursos?
Alejandro
Canales
UNAM-IISUE/SES
canalesa@unam.mx Twitter: @canalesa99
Hace
medio año, en agosto pasado, cuando se promulgaron las leyes secundarias de la
reforma energética, el panorama nacional era otro y otras las bases para
proyectar los programas de la actual administración.
Una de
las acciones sobresalientes fue el “Programa Estratégico de Formación de Recursos
Humanos en Materia Energética” (PEFRHME). La iniciativa se derivó de la
lustrosa y entonces naciente reforma energética que anunciaba un camino de
prosperidad para todos. Sin embargo, hoy parece estar condenada al naufragio.
En
aquellas fechas todavía no se registraba la desaparición de los estudiantes
normalistas y menos se hacían patentes los reclamos nacionales para su
presentación. Tampoco estallaba el conflicto estudiantil en el IPN. Ni sonaban
tan fuerte las demandas de transparencia.
En el
terreno de la realidad real, tampoco aparecían las cifras e indicadores del
INEGI que luego mostraron el magro crecimiento económico que logramos en el año.
Incluso, el precio del barril de petróleo era un riesgo pero no se había
desplomado; tan volátil como lo fue el Mexican
Moment (MeMo).
Sin
embargo, en agosto del año pasado, al promulgarse la reforma energética, el
futuro parecía promisorio y gobierno federal instruyó a los miembros de su
gabinete a que llevaran a cabo diez acciones para poner en marcha la reforma.
La
sexta acción fue la elaboración del PEFRHME, realizada con la participación de
las secretarías de Energía y Educación Pública, así como de Conacyt. Tal
programa, dijo el presidente Enrique Peña Nieto, “incluirá becas a nivel posgrado y técnico”. Y
añadió: “El objetivo es iniciar de inmediato la formación de mexicanas y
mexicanos para que se conviertan en los especialistas que requerirá el
crecimiento acelerado de nuestro sector energético en los próximos años”.
Al
final del pasado mes de septiembre, conforme la instrucción recibida, las
entidades del gobierno federal presentaron el programa referido. En medio
centenar de cuartillas plasmaron el marco normativo del que se desprende, un
breve diagnóstico, objetivos, líneas de acción, formas de evaluación y
mecanismos de coordinación.
El
documento tiene aspectos notables. Por ejemplo, se advierte que dadas las
responsabilidades y normas que rigen a Conacyt, se encargará de coordinar la
implementación del programa estratégico y contará con el apoyo de un comité
técnico de seguimiento.
Además,
según el diagnóstico presentado, en Pemex y la Comisión Federal de
Electricidad, las principales empresas del sector, se habrá de dar un relevo
generacional de dimensiones significativas. La proyección para Pemex es que se
retirarán alrededor de 30 mil personas en los próximos seis años (77 por ciento
correspondiente a personal sindicalizado que realiza labores técnicas y la
parte restante de personal de confianza, ejecutivos y profesionales).
En el
caso de la CFE, la estimación es que de sus casi 120 mil trabajadores,
alrededor del cuatro por ciento (4 mil 877 personas) tienen 25 años o más de
antigüedad, por lo que seguramente se jubilarán en los próximos cuatro años.
Según
los cálculos que presentaron: el sector tendrá inversiones por alrededor de 50
mil millones de dólares durante los próximos cuatro años. Además, suponen que
por cada millón de dólares de inversión se generan alrededor de “2.7 empleos
directos” y que por cada empleo directo se producen otros 2.7 empleos
indirectos.
En
términos de capital humano, se dice en el documento, “se van a requerir de aquí
al término de la presente administración un mínimo de 135,000 especialistas en
empleos directos” (80 por ciento con perfiles técnicos o carreras vocacionales
y 20 por ciento del nivel superior y posgrado).
Es
decir, los cálculos sobre el capital humano que se requiere, más que en el
relevo generacional de las empresas del sector o el mercado de los energéticos,
están hechos sobre la base de una inversión esperada (12 mi 500 millones de
dólares anuales) y en la idea de que son pocos los profesionales del sector
(geofísica, geología, ingeniería petrolera, química petrolera, etcétera).
Hoy el
precio del barril del petróleo está a la mitad de lo previsto y tal parece que
el mercado mundial del energético está en un amplio proceso de transformación
que no es coyuntural.
Entonces,
ni por el lado de la inversión ni por el comportamiento del mercado de
energéticos vamos, otra vez, en tiempo y forma.
(Publicado en Campus Milenio No. 591. Enero 15, 2015,
p.5)
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