Los convenios con el Reino Unido
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
Al parecer, al comienzo, hace
casi dos años, solamente se trataba de intensificar un intercambio en materia educativa
y cultural entre México y el Reino Unido sobre bases que ya están en operación.
Sin embargo, al poco tiempo se planteó que el intercambio se podría ampliar a
otros ámbitos y de ahí se pasó a declarar que este sería el año dual: “México
en el Reino Unido” y el “Reino Unido en México”. Probablemente se quedé en su
idea inicial, aunque uno de los acuerdos firmados recientemente podría ser de
mayor relieve.
Fuente: embamex
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El año dual se estableció como
una forma de impulsar intercambios, establecer negocios y firmar acuerdos,
incluyendo el comercio, la inversión, el turismo, la educación, la ciencia y la
innovación. La propuesta fue formalizada en junio del año pasado por el
secretario de Relaciones Exteriores de México José Antonio Meade y el entonces
Primer Secretario de Estado y Secretario de Estado para los Asuntos Exteriores
del Reino Unido William Hague (Comunicado 242. SRE).
El comité organizador quedó a
cargo de los funcionarios de las dos instancias firmantes y acordaron que cada
país establecería tres grupos de trabajo: a) artes e industrias creativas; b) educación,
ciencia e Innovación; y c) comercio, inversión y turismo para ambos países.
Seguramente integrados por los titulares de los sectores correspondientes,
aunque públicamente no se sabe si funcionan y menos quiénes forman parte de
esos grupos.
En lo que va del año, casi
cualquier acción de intercambio entre ambas naciones se ha enmarcado en el año
dual, la mayor parte sobre asuntos artísticos y culturales y unas cuantas sobre
comercio e inversión. Sin embargo, la reciente visita del presidente mexicano Enrique
Peña Nieto (EPN) al Reino Unido podría relanzar la idea de darle mayor
contenido y estructura normativa a los convenios.
Una buena parte de analistas,
tanto en México como en el Reino Unido, coincidieron en señalar que el objetivo
de EPN al visitar el Reino Unido era atraer inversión al país, tratar de
explicar las bondades de las reformas en marcha y, sobre todo, intentar
recuperar la imagen perdida en la crisis de confianza que se ha expandido al
interior y exterior.
No obstante, en el recuento oficial
se destaca que se firmaron siete documentos de cooperación: seis sobre asuntos
educativos y otro sobre cultura y turismo. En realidad, de los concernientes a
educación, el más sobresaliente es el “Acuerdo sobre Reconocimiento Mutuo de
Títulos, Diplomas y Grados Académicos”.
Tienen su importancia los
acuerdos para establecer dos cátedras (la Itinerante México-Reino Unido y la
asociada a literatura hispanoamericana), así como las cartas de intención para
un programa conjunto de Estudios sobre México en la Facultad de Historia en la
Universidad de Oxford, el memorándum de entendimiento entre universidades de
las dos naciones o el de cooperación académica con el King’s College London. Pero de efectos están relativamente
localizados.
Por el contrario, el Acuerdo
sobre Reconocimiento Mutuo de Títulos, Diplomas y Grados Académicos, en
principio, permitirá que ambos países reconozcan sus respectivos estudios de
nivel licenciatura, maestría, doctorado, diplomas y/o grados académicos, lo
cual facilitaría no solamente la movilidad de estudiantes, también otorgaría cierta
homogeneidad en lo concerniente al tipo de estudios, formas de inscripción,
duración de estudios o las opciones de titulación.
Además, si se reconocen
mutuamente títulos y grados, también podría permitir la movilidad de
profesionales y técnicos, lo cual tendría mayores efectos, dado que es el punto
sensible en la mayoría de las disposiciones legales y en los acuerdos
comerciales de servicios profesionales.
También podría evitar lo que
ocurrió con los espeleólogos ingleses en México en marzo del 2004. ¿Lo
recuerda? Fue un grupo de seis espeleólogos británicos que exploraban cuevas en
Cuetzlan, Puebla, y debido a una lluvia continua que se desató en esos días
quedaron atrapados y en una situación sumamente riesgosa en las cavernas.
El asunto suscitó toda clase de
especulaciones, desde el tipo de exploración que hacían los ingleses hasta el
material que en realidad buscaban, pero el incidente reveló que no contaban con
las visas adecuadas ni tampoco habían notificado a la autoridad local ni
nacional de su trabajo. El gobierno mexicano tampoco tenía un registro de tales
actividades.
En fin, como sucede con varios de
los convenios internacionales, tal vez se quede solamente en las fotos o sea
sumamente restringido. Ojalá que no.
(Publicado en Campus Milenio No.
599. Marzo 12, 2015, p.5)
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