Docencia y aprendizaje a gran escala
Alejandro
Canales
UNAM-IISUE/SES
Fuente: www.educteka.org |
A menudo
enseñanza y aprendizaje aparecen juntos, enlazados por una conjunción o
separados por un guión. La primera casi siempre realizada con una intención
expresa y referida a la actividad docente; el segundo dejado relativamente al
azar y generalmente con el alumno como destinatario. Una relación inveterada y
explorada ampliamente en el terreno pedagógico, pero que parece ser más
compleja de lo que aparenta, tanto dentro como fuera de las aulas.
En el ámbito de
las políticas públicas, a lo largo del siglo anterior y especialmente en la
región latinoamericana --pero no solamente--, la preocupación se concentró
principalmente en la expansión de las oportunidades educativas. A medida que disminuyó
el analfabetismo y se fueron alcanzando mayores niveles de escolaridad, y más
precisamente la primaria, las inquietudes gubernamentales se trasladaron, con
cierto desorden, a lo que ocurría en las aulas.
La región
comenzó a experimentar con diferentes procesos de evaluación del aprendizaje a
gran escala desde los años setenta y con mayor vigor a partir de los años
ochenta y noventa, cuando el tema de la calidad de la educación y la eficiencia
escolar se instalaron entre los pendientes de la agenda educativa.
Fuente: www.altonivel.com.mx |
Además, desde el
final del siglo pasado e inicios del actual, la idea de establecer comparaciones
sobre el desempeño de los estudiantes, tanto a nivel nacional como
internacional, cobró mayor auge y presencia mediática.
No en la única, pero tal
vez la prueba más emblemática de evaluación a gran escala de logro educativo es
el “Programa para la
Evaluación Internacional de Alumnos” (PISA, por sus siglas en inglés).
Desarrollada por la OCDE para valorar la formación de los alumnos al final de
la enseñanza obligatoria, aplicada por primera vez en el año 2000 e
inicialmente dirigida a los países miembros de esa organización, poco a poco se
estableció como punto de comparación.
Fuente: archivo.nl.gob.mx |
Sin embargo, a lo largo de la década pasada y
la actual, el énfasis quedó puesto en el aprendizaje y poco sobre la enseñanza
o la actividad docente. A pesar de que circularon diferentes estudios sobre
docentes, a cargo de gobiernos nacionales u organismos, como Banco Mundial y el
Banco Interamericano de Desarrollo, generalmente se concentraron en el asunto
salarial, los niveles de formación o el tiempo de dedicación.
Otra vez, la OCDE impulsó un estudio
internacional a gran escala, ahora dirigido a explorar y comparar las
condiciones de trabajo de los docentes, los directivos escolares y los entornos
de aprendizaje en las escuelas. Es el Teaching and Learning
International Survey (TALIS, por sus siglas en inglés).
Fuente: www.educarex.es |
La primera versión de
TALIS se aplicó en el 2008 en una veintena de países (México incluido y sus
diferentes entidades federativas, con excepción de Michoacán) y estuvo dirigida
a la educación secundaria. En el 2013 (entre septiembre de 2012 y junio de
2013) se realizó por segunda ocasión, participaron 33 países, conservó como
objetivo la educación secundaria, pero la OCDE dio la opción de extenderla a
primaria (seis países lo hicieron), a media superior (diez países lo hicieron)
y a vincularla con la prueba PISA aplicando la encuesta en escuelas participantes
en esta última prueba.
México fue uno de los países que extendió la aplicación del
TALIS, aunque a diferencia de la primera ocasión, la participación del conjunto
de entidades federativas se redujo solamente a seis entidades (DF, Jalisco,
Nuevo León, Quintana Roo, San Luis Potosí y Tamaulipas). Una diferencia
notable.
El reporte de la OCDE
sobre la aplicación del 2013 mostró que alrededor de una cuarta parte (24 por
ciento) de los profesores en México dijo que no se sentía preparado para
desempeñar su trabajo (TALIS 2013 Results. An Iternational Perspective on
Teaching and Learning). Un porcentaje que contrasta con el promedio de siete
por ciento, como cifra promedio de los países participantes en TALIS.
Fuente: www.slideshare.net |
Otro dato revelador es que los directores de plantel escolar confirmaron
lo que se sabe acerca de la gestión escolar en México: un porcentaje
relativamente menor de ellos (16 por ciento) tiene injerencia y responsabilidad
en los nombramientos o contratación de profesores, lo mismo que en establecer
sanciones al personal (14 por ciento). El promedio para los países TALIS es de
39 y 29 por ciento, respectivamente.
Estos son algunos ejemplos de los datos del estudio general. Pero el
INEE publicó recientemente el reporte completo para el caso nacional (Segundo estudio internacional sobre la
enseñanza y el aprendizaje (TALIS 2013). Resultados de México). Convendría examinarlo en detalle y comenzar por descifrar los
componentes de la ecuación irresuelta de la docencia y el aprendizaje.
(Publicado en
Campus Milenio No. 608. Mayo 21, 2015, p.5)
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