Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
La comunicación llegó a la Cámara
de Senadores en la sesión del pasado día primero de marzo. A través de oficio, el
presidente Enrique Peña, a través de la secretaría de Relaciones Exteriores
(SRE), Claudia Ruiz Massieu, nombró a Andrés Roemer como “Embajador
Extraordinario y Plenipotenciario para que funja como Representante Permanente
de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura” (Unesco, por sus siglas en inglés).
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Fuente: cbtelevision.com.mx |
El oficio dirigido a los
Senadores no detalla trayectoria ni virtudes de Andrés Roemer. Tampoco la
presidencia ha dicho nada al respecto, ni siquiera la SRE y menos la SEP que
seguramente, en un nombramiento como este, debe tener voto ponderado. El
nombramiento de un representante ante un organismo internacional como Unesco es
un asunto relevante que ameritaría mayor consideración.
Andrés Roemer es un personaje
relativamente público, principalmente identificado por sus programas de
televisión con TV Azteca, aunque también desde julio de 2013 se desempeña como
cónsul general en San Francisco California. Es bastante elocuente e ilustrativo
el detallado resumen de su persona que se muestra en la página web del consulado: “es escritor,
politólogo, emprendedor, creativo, filántropo, productor de televisión,
promotor cultural, dramaturgo, catedrático e intelectual”.
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Fuente: mision.sre.gob.mx |
No solamente. En la misma página
del consulado, después de enumerar obras y las extensas y multifacéticas
actividades del ahora propuesto embajador, en la que se incluye su labor como
difusor de la ciencia y defensor de los derechos humanos, se anota que el
periódico San Francisco Chronicle lo
define como una ‘figura pública rara que merece ser llamada un hombre del
renacimiento’. Nada menos y, precisamente, hasta ahora nos venimos a enterar.
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Fuente: www.aztecatrece.com |
El nombramiento del
representante ante Unesco todavía no es un hecho. El oficio fue turnado en el
Senado a las comisiones unidas de Relaciones Exteriores
y de Relaciones Exteriores Organismos Internacionales, ahí será dictaminado y,
en su caso, ratificado o rectificado.
De
acuerdo a la normatividad constitucional (fracción III del artículo 89), el
presidente de la República tiene la facultad de nombrar a los embajadores y
cónsules generales, además de los empleados superiores de Hacienda y a integrantes de órganos
colegiados de telecomunicaciones, energía y competencia económica, pero tales
nombramientos deben ser aprobados por el Senado.
El
caso es que algunos de los integrantes de la comisión de relaciones exteriores
del Senado, miembros del Partido Acción Nacional, desde el mismo día en que se
recibieron los nombramientos, indicaron que solicitaron al ejecutivo federal que
retire los nombramientos que envió, “porque obedecen más a la militancia
política que al servicio exterior y a la equidad de género” (Boletín Senado 01.03.2016).
La
relevancia de Unesco, como el principal organismo multilateral dentro del campo
de la educación, la ciencia y la cultura a nivel internacional --aunque
mayormente centrado en el nivel básico— está fuera de duda. Una de las mayores
acciones y logros internacionales que concluyó el año pasado fueron los
Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero no menos importantes han sido sus
conferencias mundiales sobre ciencia y educación superior.
Aunque,
ciertamente, hoy parecen muy lejanos aquellos años de mediados del siglo pasado
en los que Jaime Torres Bodet fue el segundo director general de Unesco o los
representantes de México eran Miguel León Portilla, Luis Villoro o Pablo
Latapí. Otra época en la que el país tenía una reconocida reputación en la
diplomacia y en el servicio exterior. Y sí, esos ya están muy distantes. No
solamente ha perdido liderazgo, la misma representación en Unesco fue
modificada en esta última década
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Fuente: twitter.com |
Seguramente
usted lo recordará, en la administración de Felipe Calderón, al comienzo del
2010, cuando se dijo que por razones presupuestales y para ahorrar recursos, la
representación permanente ante Unesco y la embajada de México en Francia recaería
en una sola persona, lo cual generó reacciones adversas.
Incluso,
el asunto motivó un punto de acuerdo de los legisladores en los que exhortaron
al ejecutivo federal para que la SRE informará sobre las razones que había para
concentrar las dos funciones y también para que mantuviera en Unesco un
“embajador específico y autónomo de cualquier otra embajada de México” (Gaceta LXI/1PPR-8/23751).
Pero
no, durante los primeros meses del 2010 se conservó una sola representación y
quedó en la ambigüedad en los tres años siguientes. Fue en agosto de 2013
cuando se volvió a nombrar a un representante permanente.
Ahora,
tal vez no se necesita un ‘hombre del renacimiento’, solamente una verdadera
representación de Estado, no de gobierno, que atienda y entienda la misión de
la oficina y su relevancia.
(Publicado en Campus Milenio No.
648 Marzo 10, 2016, p.6
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