jueves, 2 de mayo de 2013

LOS PLAZOS DE LA NORMATIVIDAD Y LA DIVULGACIÓN



En abril del 2011, en la Cámara de Diputados, se presentó una iniciativa para reformar la Ley Orgánica de Conacyt (LOC), con el fin de extender y enfatizar la actividad de divulgación del organismo, particularmente en la educación básica.  Dos años después, la propuesta todavía sigue extraviada en el laberinto del proceso legislativo.

La iniciativa fue presentada en la LXI legislatura por la diputada Cora Pinedo Alonso, representante del Partido Nueva Alianza (Panal). Por cierto, en aquel entonces, el coordinador de esa fracción parlamentaria y presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, era el exsecretario de Educación Pública Reyes Tamez Guerra.

Originalmente, la diputada Pinedo Alonso proponía reformar la Ley General de Educación (artículos 7) y la LOC . Sin embargo, el dictamen de la propuesta, consideró que las preocupaciones de la diputada sobre las actividades de divulgación científica en el ámbito de la educación ya habían sido atendidas en una reforma anterior.

En efecto, una reforma a la Ley General de Educación ya proponía modificar los artículos 9 y 14 para establecer que el Estado apoyará el desarrollo tecnológico y la innovación e impulsará su divulgación, así como la responsabilidad de la autoridad educativa en el fomento a las acciones de divulgación dirigidas a maestros y alumnos, en donde  participaran padres de familia y organizaciones de la sociedad civil.

Por tanto, el dictamen de abril de 2011consideró que solamente debía modificarse la LOC. Una, para añadir un párrafo a la fracción 11 del artículo 2 para indicar que Conacyt debía: “emprender acciones que fomenten y fortalezcan las actividades de divulgación científica entre los investigadores del país y las organizaciones de la sociedad civil. De igual forma, deberá incentivar la vinculación entre estos actores y los docentes del nivel básico para fortalecer la capacitación con que éstos cuentan en materia de cultura científica y tecnológica”.

La otra modificación de la misma ley consistía en añadir una fracción más al artículo 10 (el que se refiere a las responsabilidades del Foro Consultivo Científico y Tecnológico), para establecer que ese organismo debía “proponer medidas para fortalecer la divulgación científica y la vinculación entre los docentes de educación básica con la comunidad científica nacional”.

En la sesión plenaria del 26 de abril de 2011, en la Cámara de Diputados, el proyecto quedó aprobado por 408 votos a favor y fue turnado a la Cámara de Senadores para su aprobación o rectificación. Ahí estuvo en comisiones durante los dos años siguientes.

Finalmente, el dictamen de la iniciativa se publicó el 16 de abril de este año, para su primera lectura. Debe tenerse presente que el reglamento del Senado establece que los dictámenes con proyecto de ley o decreto solamente se debaten y votan después de contar con dos lecturas en el pleno; su publicación en Gaceta cuenta como una primera lectura (artículo 193).

El asunto es que el dictamen del Senado consideró que la iniciativa, tal y como la proponen los diputados, es más bien restrictiva, dado que  la vinculación de Conacyt debe ser con todas las instituciones del sistema educativo nacional y no solamente con los docentes de nivel básico.

Los Senadores también consideran innecesaria una fracción más al artículo 10 para señalar las funciones del Foro Consultivo en materia de divulgación, en virtud de que tal actividad ya está establecida en las funciones que le confiere la Ley de Ciencia y Tecnología a ese organismo, especialmente en el artículo 37.

En resumen, dos años después, los Senadores, en la sesión plenaria del pasado 23 de abril, resolvieron que era suficiente con añadir un párrafo más a la fracción 11 del artículo 2 de la Ley Orgánica de Conacyt para extender la actividad de divulgación y no limitarla a los docentes de educación básica.

La fracción aprobada señala que Conacyt: “deberá emprender acciones que fomenten y fortalezcan las actividades de divulgación científica entre los investigadores del país, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones educativas. Incentivará la vinculación a fin de fortalecer la capacitación y formación continua en materia de cultura científica y tecnológica”. 

Ahora, la propuesta regresará a la Cámara de Diputados y tal vez en un año más, si es que no realizan una nueva rectificación, podría convertirse en decreto. Después habrá que convertirlo en realidad. Nada más.

(Publicado en Campus Milenio No. 508. Mayo 2, 2013. p. 6)

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