Los
préstamos para la Media Superior
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
canalesa@unam.mx
Twitter: @canalesa99
La educación
media superior fue durante décadas el nivel que menos atención recibió, tanto
por parte de la autoridad educativa como por la academia o los organismos
internacionales. A partir de los años 2000 la situación comenzó a cambiar; las
reformas de hoy están respaldadas por la banca internacional.
En el año
2000, el propio diagnóstico de la autoridad educativa reconocía las fallas y
los problemas del nivel: carece de una identidad y perfil propio; expulsa más
que retiene a los jóvenes; los diferentes planteles no integran un subsistema; las
condiciones del personal no son las adecuadas, etcétera.
Por principio
de cuentas, el gobierno federal planteó crear, al interior de la SEP, una
estructura administrativa responsable del nivel. Una ausencia que quizás
explique parcialmente las omisiones cometidas con la media superior. Hacia el
final del sexenio de Vicente Fox se creó la Subsecretaría correspondiente.
Después, en el
2007, comenzó la denominada Reforma Integral de la Educación Media Superior
(RIEMS). El diagnóstico se afinó y se planteó lo que entonces parecía una iniciativa
poco viable: crear un verdadero Sistema Nacional de Bachillerato.
La RIEMS, como se sabe, tiene
cierto grado de complejidad y está integrada por cuatro ejes: un marco
curricular común con base en competencias; la definición
y regulación de las distintas modalidades del nivel; la instauración de
mecanismos de gestión que definan estándares y procesos comunes; y un modelo de
certificación nacional.
En el
último quinquenio, en el Presupuesto de Egresos de la Federación, la educación
media superior, a la vista de la reforma en curso, ha contado con incrementos
moderados aunque no de forma consistente. Sin embargo, más que de los fondos
nacionales, la RIEMS ha contado con el respaldo de los créditos contratados con
el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En junio de
2010 quedó aprobado el primero de tres préstamos que hizo el BM a México para
impulsar la RIEMS. El primer préstamo, por un total de 700 millones de dólares,
específicamente fue para tres áreas: apoyar la flexibilidad del todavía
incipiente Sistema Nacional de Bachillerato; mejorar la calidad y relevancia a
través del curriculum basado en competencias; y una reducción del costo de
oportunidad del nivel a través de un programa de becas (Préstamo 7887-MX).
En marzo del año pasado, quedó aprobado el segundo préstamo del BM y
cubrió hasta noviembre de este año. Los componentes anunciados en la primera
entrega estaban en su fase de implementación, de forma que el proyecto se
concentró en la aprobación de los programas técnicos, así como en la operación
del sistema de evaluación y en el sistema de acreditación de las escuelas.
Nuevamente, al final del mes de diciembre del año anterior, fue anunciado
el tercer préstamo del BM a México por 300 millones de dólares. Ahora, para las
medidas de reconocimiento de equivalencias para las transferencias entre
planteles, el establecimiento de una agencia de evaluación y una nueva política
de formación de profesores (Reporte AB7386).
Además, alineó otro componente que venía trabajando desde el 2005 en
formación para el trabajo, en el marco del Programa de Formación de Recursos
Humanos Basada en Competencias (PROFORHCOM) con el BID.
A través de un nuevo
préstamo del BID de 170 millones de dólares (y una aportación nacional de 70
millones de dólares), impulsará un proyecto para mejorar la calidad y pertinencia de la media superior técnica, la
formación profesional y la capacitación para el trabajo, así como la
reorientación y fortalecimiento del Sistema Nacional de Competencias (SNC).
El objetivo, se indica en el proyecto con el BID, es mejorar la
competencia de los egresados de estas modalidades (ME-L1142). Algunos de los componentes que plantea es fortalecer la
vinculación con los sectores productivos, la evaluación estandarizada de las
competencias de los jóvenes; y el fortalecimiento de la infraestructura de los
planteles, entre otros.
Como se podrá advertir, la reforma de la media superior no
solamente ha contado con los recursos federales, también ha dependido del
respaldo de préstamos importantes para implementarse. Sin embargo, hasta ahora,
la integración de un Sistema Nacional de Bachillerato está en ciernes:
solamente un 4 por ciento del total de planteles están acreditados como tales
(representan alrededor del 10 por ciento del total de la matrícula de ese
nivel). Y todavía queda el reto mayúsculo de cumplir con la obligatoriedad para
el 2021-2022.
En el actual sexenio se decidirá el avance o estancamiento para la
media superior, tanto en lo que concierne a la ampliación de la cobertura como
el destino de los préstamos de la banca internacional para la reforma del
nivel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario