Alejandro Canales
UNAM-IISUE/PUEES
Twitter: @canalesa99
(Publicado en Campus Milenio. No. 792.
Febrero 28, 2019. Pág. 5)
En el sector
de ciencia y tecnología, tal vez más que en ningún otro, todavía no hay ninguna
certeza sobre las acciones que pondrá en marcha o no la actual administración.
Las intenciones de la autoridad se ha propalado rápidamente en los medios,
notablemente en las redes sociales, pero su coincidencia con los hechos no está
en la misma línea e incluso algunas van en sentido contrario.
El caso más
reciente es la iniciativa de Ley de Humanidades, Ciencias y Tecnologías. Aquí
mismo lo hicimos notar: la directora del Conacyt, María Elena Álvarez Buylla,
en rueda de prensa al comienzo de este mes, dijo que una iniciativa ya estaba por
aprobarse en la Comisión de Ciencia y Tecnología de los diputados, presidida
por Marivel Solís Barrera. No obstante, resulta que unos días después el
proyecto ingresa más bien en la cámara alta y lo firma la senadora Ana Lilia
Rivera Rivera (Campus Milenio No.
790). Por cierto, la senadora no pertenece a la comisión correspondiente.
Ahora, en una
reveladora entrevista a la titular de Conacyt, realizada por Laura Poy Solano
en el periódico La Jornada, el
proyecto de ley se desestima. La doctora Álvarez dice que en el organismo se
dieron a la tarea de revisar y estudiar el marco jurídico del sector y le presentaron
algunas propuestas al asesor jurídico de la Presidencia de la República. Pero,
y aquí viene lo relevante, también dijo que: “la iniciativa ante el Senado nos
sorprendió porque no se propone como parte de la agenda legislativa del
Presidente” (24.02.2019: 7). Notable.
La instancia
encargada de los asuntos legales es la Consejería Jurídica del Ejecutivo
Federal y el responsable es Julio Scherer Ibarra. Una dependencia que a partir
de la administración anterior tiene rango de Secretaría de Estado y se encarga de
revisar y aprobar todos los instrumentos jurídicos puestos a consideración de
la Presidencia, así como los proyectos de ley del ejecutivo federal. Sí, como
la actual iniciativa de reforma constitucional al artículo 3o, 13 y 73 que firmó
el presidente López Obrador, pero que omitió la fracción VII del artículo 3ro y
ahora se dictamina en la Cámara de Diputados.
En fin,
regresando a la entrevista, lo notable es la sorpresa de la directora de
Conacyt al indicar que el proyecto de ley sectorial en el Senado no es parte de
la agenda del ejecutivo federal. Una declaración así suscita todavía más
interrogantes. Entonces: ¿qué ocurrió con las propuestas que le hicieron llegar
desde el Conacyt al consejero jurídico? ¿Coinciden o no con el proyecto de ley
de la Senadora Rivera? ¿Una ley sectorial no es parte de la agenda legislativa
del Presidente o la negativa es para el proyecto de la Senadora? ¿La iniciativa
fue elaborada sin consultar a nadie?
Por supuesto,
diputados y senadores están facultados para iniciar leyes y decretos, esa es
una de sus principales responsabilidades. Aunque también tienen ese derecho el
Presidente de la República, las legislaturas de los entidades federativas e
incluso los ciudadanos, siempre y cuando, estos últimos, sean un equivalente al
cero punto trece por ciento de la lista nominal de electores (artículo 71
constitucional).
Sin embargo, lo
que resulta contradictorio es que la Senadora Rivera, a pesar de que pertenece
al mismo partido en el gobierno, no maneje los mismos puntos de la agenda
legislativa. Aunque, en realidad, el diagnóstico de su iniciativa es casi el
mismo que ha presentado y maneja la directora de Conacyt.
Por ejemplo,
en los ejes de la iniciativa de ley se asienta: “resulta indispensable que los
cambios en la normatividad de ciencia y tecnología impidan que ciertos grupos
del sector privado y gestores de recursos incidan negativamente en la política
pública de ciencia, tecnología e innovación, así como que se utilicen recursos
del sector para solventar obligaciones de los gobiernos de las entidades
federativas” (p. 17).
Por su parte,
en la entrevista que hemos indicado y como adelanto de las acciones que pondrá
en marcha, Álvarez Buylla declara que el Conacyt no destinará “ni un quinto a
la transferencia de recursos directos a la iniciativa privada”. ¿El mismo
principio que anima a la ley? Sí.
En fin, la ley
seguirá en suspenso y hasta ahora lo único cierto es que el sector tiene un
presupuesto menor al que recibió el año pasado. Pronto veremos si el dinero se
convertirá en el principal instrumento de conducción del sistema. Lo demás han
sido principalmente errores y declaración de intenciones que no se sabe si
llegarán a convertirse en hechos.
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