lunes, 27 de julio de 2015

La batalla por la desigualdad
 
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
 
La semana anterior se dieron a conocer los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh). Una de las fuentes de información estadística más recurrente para conocer cuánto dinero ingresa en los hogares mexicanos, cómo se gasta ese dinero y, desde el 2008, en correspondencia con los lineamientos establecidos por el Coneval, consistente para estimar las múltiples dimensiones de la pobreza en el país.
Fuente: redacción.nexos.com.mx
 
Actualmente, los resultados de la encuesta, casi desde la primera aplicación de la Enigh en 1984, se pueden consultar en la página electrónica del INEGI, con los datos cada vez más desagregados y organizados, aunque todavía no los del 2014. Sin embargo, el acceso a los micro datos no siempre fue sencillo ni directo; las facilidades informáticas y la disposición que hoy tenemos son relativamente recientes.
Fuente: conampros.gob.mx
Todavía durante los años noventa, la autoridad del sector debía autorizar la disposición de las bases de datos y, por supuesto, el solicitante tenía que justificar amplia y plenamente el uso que le daría a la información. El mecanismo tenía un alto grado de discrecionalidad y siempre estaba latente la posibilidad de negarle el acceso.
 
 
 
Claro, en ese entonces lo público se identificaba con lo gubernamental y éste básicamente con la voluntad presidencial. No existía la ley de transparencia y acceso a la información pública gubernamental. De hecho, apenas en el 2006 el INEGI, con la modificación del apartado B del artículo 26 constitucional, dejó de ser un órgano desconcentrado de Hacienda y se le confirió autonomía técnica y de gestión.
 
Como se sabe, el nivel de ingresos por concepto de trabajo y otros rubros de ingreso son los principales factores para calcular el índice de Gini. Este último es una medida de la desigualdad que puede estar entre 0 y 1. Si el coeficiente es 0, quiere decir que lo que se está midiendo es perfectamente igual (la desigualdad es nula) y conforme el coeficiente aumenta indicará una desigualdad mayor; si alcanza el 1 será una total desigualdad.

Fuente: www.asisucede.com.mx
Una de las tablas del Informe sobre Desarrollo Humano 2014 del PNUD (Sostener el Progreso Humano: Reducir vulnerabilidades y construir resiliencia) muestra los valores para el índice de Gini en diferentes países. Ahí se puede apreciar que Suecia y Noruega son los países menos desiguales (valores alrededor de .25). Una buena parte de países de alto desarrollo se sitúan en valores entre .26 y .36. Namibia (.64) y Sudáfrica (.63), a pesar de que están clasificados como países de desarrollo humano medio, presentan los índices más altos de todo el conjunto.
 
México, en el mismo informe del PNUD, es considerado de alto desarrollo humano y tiene un índice Gini de .47; menor a Brasil (.55), Belice (.53) o Costa Rica (.51) que están en esa misma clasificación. Chile está en el grupo de muy alto desarrollo humano, pero tiene una mayor desigualdad (.52).
 
El asunto, y por eso la importancia de los datos de la Enigh 2014, es que señala que el coeficiente de Gini para el 2014 fue de .438, un valor ligeramente menor que el obtenido en 2012 (.440). O sea que la desigualdad no aumentó o disminuyó levemente. Sin embargo, también revela el papel de las transferencias en la distribución del ingreso (sean las derivadas de los programas sociales o de las remesas), porque sin esas transferencias el índice de Gini sería de .491.


Le encuesta también destaca  múltiples datos que serán útiles para realizar los cálculos correspondientes. Por ejemplo, si la desigualdad disminuye ligeramente, prácticamente no hay variación en la concentración del ingreso: el diez por ciento de los hogares más ricos (decil X) concentra el 35.4 por ciento del total de los ingresos, mientras que el diez por ciento de los hogares más pobres (decil I) solamente el 1.9 por ciento. Esto es, la diferencia entre el ingreso en uno y otros es 19 veces más. (No olvidemos que la Enigh no captura la información sobre los verdaderamente ricos en el país) 
 
La estructura del gasto más o menos conserva la misma distribución que la observada en el 2012. El mayor gasto de los hogares, alrededor de una tercera parte, se realiza en alimentos, bebida y tabaco, después en transporte y comunicaciones (19 por ciento), luego en educación y esparcimiento (14 por ciento) y, al final, en cuidados a la salud (2.5 por ciento), entre otros.
 


Sin embargo, son notables las diferencias de rubros de gasto por deciles de ingreso: los hogares más pobres (decil I) dedica el 5.6 por ciento a educación y esparcimiento; mientras que los hogares de mayores ingresos (decil X) destina el 20.6 por ciento. En fin, la reducción de la desigualdad seguirá pendiente.
 
 
 
 
 
 
 
(Publicado en Campus Milenio No. 617. Julio 23, 2015, p.5)
 
 
La vie en rose... mexicana
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
 
Fuente: embamex.ser.gob.mx
La reciente visita de la delegación mexicana a Francia prometía ser uno de los logros más relevantes de las relaciones diplomáticas de la actual administración. La fecha emblemática de recibimiento de la delegación nacional y la firma de muy variados acuerdos de cooperación, parecían dejar atrás los desaires y el deterioro de las relaciones de ambas naciones a raíz del affaire Florence Cassez y los escándalos en materia de tutelaje legítimo.
 
 
Sin embargo, las notas y los reflectores que debían iluminar la gira y la suscripción de acuerdos se desviaron a la impactante, casi cinematográfica e inesperada noticia de una segunda fuga de un penal de máxima seguridad del Chapo Guzmán, uno de los narcotraficantes más peligrosos y supuestamente más vigilado.
Fuente: eleconomista.com.mx
La noticia retumbó en los medios nacionales e internacionales, concentrándose en los detalles de la fuga, en la ausencia de autoridades de primer nivel y, una vez más, en la fragilidad del sistema de seguridad nacional. El lustre de los posibles acuerdos con Francia se trasladó al hecho consumado de la huida del prisionero.
 
No obstante, el trabajo conjunto con Francia sigue siendo importante y podría ser mayor en el futuro próximo. A la ratificación de convenios que ya están en marcha, se suman otros más y un recuento de lo que ha sido un primer periodo de cooperación bilateral.
 
Fuente: eluniversal.com.mx
 
En octubre de 2012, cuando faltaban unas semanas para que la actual administración comenzará su periodo, se reunieron en Francia, los presidentes François Hollande y Enrique Peña Nieto. En ese entonces acordaron crear el Consejo Estratégico Franco-Mexicano (CEFM). Un instrumento marco, formalizado en julio de 2013, copresidido por Jorge Castañeda y Philippe Faure, para la elaboración de proyectos conjuntos de alto impacto en el campo tecnológico e industrial.
 

 
Hace poco más de un año, cuando François Hollande estuvo en México, los integrantes del consejo presentaron un primer informe de resultados. En un breve documento (Informe del Consejo Estratégico Franco-Mexicano, 2014. Disponible en www.diplomatie.gouv.fr) se indicaban las iniciativas que se podrían llevar a cabo en el terreno de la aeronáutica, el sector energético, social, sanitario y de capacitación. También en materia de transporte, cultura y cooperación parlamentaria.
 
Ahora, con motivo del reciente encuentro entre los presidentes de México y Francia, se supone que debiera actualizarse un nuevo informe del citado consejo. Pero no, el reporte todavía es inexistente. Si no fuera el caso, se constataría, nuevamente, la inutilidad de las comisiones y el papel casi exclusivamente de ornato de los actos protocolarios.
 
No obstante, es posible que las acciones de cooperación sí reciban un impulso. Previo al arribo de la delegación mexicana, se llevó a cabo en Francia el “Segundo foro franco mexicano para la investigación y la innovación”. Un encuentro en el que participaron casi un centenar de mexicanos, entre rectores, funcionarios de Conacyt y empresarios, quienes intercambiaron información sobre los respectivos sistemas científicos y tecnológicos, líneas de investigación y posibles proyectos de cooperación.
 
Fuente:foroconsultivo.org.mx
Tal vez lo más importante es que, según reportó Conacyt, en el marco del segundo foro se firmaron 23 acuerdos de investigación e innovación (Comunicado 60/15). Desafortunadamente no se especifican las características y acciones de tales acuerdos, solamente se anota el acuerdo entre el Instituto Pasteur –prestigiado y especializado en enfermedades infecciosas— y el Conacyt para la creación de un programa posdoctoral.
 
Luego, ya con la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, el conjunto de acuerdos y convenios en materia académica, científica, tecnológica y de salud, se enmarcaron en lo que ahora se llamó “Alianza Estratégica Académico-Científica México-Francia”. Las instituciones mexicanas involucradas son múltiples: la UNAM, la UAM, el IMSS, el Cinvestav, la Anuies, la Fundación Miguel Alemán, entre otras.
 
Fuente: reporteyucatan.mx
Claro, aparte de la cantidad de firmas, documentos y fotos, habrá que ver si los indicadores de cooperación también se desplazan en la misma proporción. Por lo pronto, cuando comenzaba la alianza, Francia, con 253 estudiantes, ocupaba la sexta posición como país destino de los becarios al extranjero de Conacyt (6 por ciento del total), después de EUA, Reino Unido, España, Alemania y Canadá. Actualmente, más de dos años después, los becarios de Conacyt son 265 y las posiciones no se han modificado. Pues no, al menos ese indicador no se ha movido mucho.
 
Bueno, es la vida en rosa. Sí, hasta que las pesadillas nos despiertan.
 
(Publicado en Campus Milenio No. 616. Julio 16, 2015, p.5)

domingo, 26 de julio de 2015

¿Más cuadros para el sector energético?
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
 
Tal vez, estimado lector, recordará que a raíz de la aprobación de la reforma energética y la promulgación de las leyes secundarias, a mediados del año pasado y cuando el precio del petróleo todavía no se desplomaba, se planteó lo que parecía un ambicioso programa de formación de recursos humanos para ese sector.
 
Fuente: www.siete24.mx
 
El punto de partida era que la reforma energética permitiría no solamente un mejor y más alto crecimiento económico, también daría oportunidad a una adaptación y aprovechamiento de tecnologías y conocimientos desarrollados en esa industria. Esto es, una serie de cambios estructurales que propiciarían un trabajo de alta innovación entre el sector energético, el sistema educativo y la economía nacional.
 
Fuente: mundoejecutivoexpress.mx
En términos prácticos, en lo correspondiente al sistema educativo, implicaría formar recursos humanos en cantidad y especialidad suficientes para hacerle frente al reto de la reforma. Ahí fue donde apareció el “Programa Estratégico de Formación de Recursos Humanos en Materia Energética” (PEFRHME), en septiembre del año pasado.
 
Según las cifras que se plantearon en el programa, en el sector energético se demandarían alrededor de 135 mil especialistas en empleos directos entre el 2015 y el 2018. De ese total, el mayor volumen debían ser de nivel técnico: la Secretaría de Energía (Sener) calculó que se necesitarán más o menos 108 mil (80 por ciento) jóvenes técnicos de nivel medio superior y 27 mil (20 por ciento) de nivel profesional y de posgrado.

A pesar de que no está muy clara la especialidad de los cuadros técnicos de media superior que se estaban calculando, las cifras no se disparan mayormente de las actuales tendencias del nivel medio superior y superior. Los datos del ciclo escolar 2014-2015 indican que están matriculados 4 millones 800 mil jóvenes en la media superior, de los cuales alrededor de una tercera parte son de bachillerato tecnológico.
Fuente: notirivas.com
Si solamente se consideran los profesionales técnicos de nivel medio superior, representan alrededor del 10 por ciento de la matrícula total de ese nivel. Esto es, alrededor de 480 mil alumnos. Los indicadores del nivel muestran que más o menos la mitad logran egresar. Entonces, prácticamente sin hacer nada, la cifra se localizaría holgadamente en el escenario esperado.
 
En el caso de la educación superior,  las estimaciones del ciclo escolar 2014-2015 señalan que están matriculados en licenciatura universitaria y tecnológica (sin considerar educación normal) 3 millones 181 mil jóvenes. De ese total, 931 mil (casi un 30 por ciento) cursa alguna especialidad en el área de ingenierías y tecnología.
 
No todas las especialidades de la ingeniería se relacionan con el sector energético. El año pasado, el PEFRHME calculaba una matrícula en licenciatura en áreas de especialidad relacionadas con ese sector de más de medio millón de jóvenes y un egreso anual de alrededor de 70 mil.

Fuente:www.zocalo.com.mx

En el posgrado, se supone que de los 242 mil estudiantes, al menos alrededor de 20 mil (ocho por ciento) está matriculado en áreas como geofísica, geología, química petrolera, ingeniería petrolera o energías renovables. Adicionalmente, Conacyt indica que cerca de siete mil becarios están matriculados en programas directamente relacionados con el área de energía. Es decir, tanto los egresados de licenciatura como los de posgrado alcanzarían con facilidad la cifra de 27 mil especialistas que se proyectaban como necesarios en el periodo de esta administración.
 
No obstante, al final del mes pasado, en la XLVII asamblea de Anuies, el titular de Conacyt, Enrique Cabrero, señaló que a partir de este año y hasta el 2018 se otorgarán 60 mil becas a estudiantes “a nivel técnico, así como para ingenierías, licenciaturas, diplomados, especialidades, maestrías, doctorados y posdoctorados que fortalezcan al sector energético” (Comunicado 58/15).
 
Las becas son parte del programa estratégico de formación de recursos y se supone que en la iniciativa participan tanto Conacyt como la CFE, PEMEX y las secretarías de Energía, Educación Pública y Relaciones Exteriores. Incluso se planteó que se instaurará un “Observatorio de Talento” para definir áreas prioritarias e identificar talento para el sector.
 
En resumidas cuentas y en números gruesos, el volumen proyectado de recursos humanos calificados para el sector energético está en la dinámica inercial del sistema educativo. Falta la distribución específica del número de becas que se otorgarán, tanto por tipo educativo como por área de especialidad, para saber si ahí estará o no la diferencia y de qué dimensión estamos hablando.
(Publicado en Campus Milenio No. 615. Julio 9, 2015, p.5)

jueves, 2 de julio de 2015

¿Atraer estudiantes extranjeros de posgrado a México?
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
 
La idea de incrementar el flujo de recursos humanos calificados sigue en ascenso, tanto de jóvenes en formación como de investigadores ya consolidados. Aunque es posible que el mayor volumen y las grandes iniciativas para espolear el movimiento se han desenvuelto más bien en el marco nacional. Sin embargo, particularmente en esta década, la situación ha cambiado y el énfasis se ha trasladado a la movilidad internacional.
Fuente: fyl.uniovi.es
Las medidas que se han ensayado para impulsar la descentralización en México, tanto las estructurales y de creación de organismos especializados, como la de servicios educativos, incentivos diferenciados por regiones para personal calificado y los espacios laborales, ha producido un mayor intercambio y movilidad nacional.
 
A pesar de que los pendientes en materia de descentralización científica y tecnológica todavía son muchos y muy relevantes, amainó la alta concentración institucional y regional de oferta de estudios de posgrado y de centros de investigación especializados que caracterizó al sistema durante décadas.
 
Actualmente, con sus grandes diferencias y sus peculiaridades, las instituciones, los programas de posgrado y el personal se distribuyen en el territorio nacional. El Distrito Federal concentra la mayor proporción de investigadores pertenecientes al SNI (35 por ciento del total y, en términos absolutos, seis veces más que la entidad más próxima), pero todas las entidades cuentan con núcleos de investigadores y redes de intercambio.
 
En el terreno internacional, México, más que atraer estudiantes de posgrado, se ha caracterizado por exportarlos. Lo hemos comentado en distintas ocasiones, a propósito de la política de becas sostenida a los largo de más de 40 años y el siempre complicado tema de los recursos financieros.
Tradicionalmente, los países receptores de estudiantes mexicanos han sido Estados Unidos, Reino Unido, España, Alemania y Francia, en ese orden. Salvo España, estos países no solamente atraen a estudiantes nacionales, son un polo de atracción de estudiantes de todo el mundo. Un flujo que, aunque está cambiando, se ha caracterizado más bien de sur a norte o de países periféricos a altamente industrializados.
 
Sin embargo, tal parece que las iniciativas para incrementar los intercambios y flujo de recursos entre regiones más acotadas y menos asimétricas también se está incrementando. No son nuevos los programas en Europa o en América Latina con tales propósitos.
 
Más recientemente, hemos seguido los pasos del Foro Bilateral sobre Educación Superior, Innovación e Investigación (CampusMilenio No. 556). Un espacio instaurado por México y Estados Unidos para proponer estrategias de corto y mediano plazo para incrementar la movilidad estudiantil y los procesos de formación de jóvenes entre ambos países (100 mil y 50 mil, respectivamente).
 
Fuente: www.oei.org.py
Ahora se añade otra iniciativa. La semana pasada, el Conacyt, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y Grupo Santander –el de Universia-, firmaron un convenio para otorgar 500 becas a estudiantes provenientes de los 22 países que integran la OEI para realizar estudios de posgrado en México (Comunicado No. 54/15).
 
La OEI es un organismo internacional que agrupa a España, Portugal y los países de América Latina, creado a mediados del siglo pasado para fomentar la cooperación entre los países iberoamericanos en el terreno de la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura.
 
A su vez, Banco Santander, es el principal financiador de Universia, la red de más de un millar de universidades de habla hispana y portuguesa. El presidente ejecutivo de Banco Santander, durante la firma del convenio dijo que con el convenio reafirmaba su compromiso con la educación superior. También añadió que en México “hemos dado más de mil 500 millones de pesos a través de los distintos proyectos realizados desde Universia y Santander Universidades”. Valdría la pena conocerlos.
 
Las cifras oficiales de becarios extranjeros en México señalan que los estudiantes colombianos son los más numerosos (aunque suman menos de mil). Después, con cifras más modestas, le siguen Cuba, España, Ecuador y Chile.

Fuente: noticias.universia.com.pa
Las 500 becas que se ofrecerán con la firma del reciente convenio no significarán una gran variación en la matrícula del posgrado nacional ni en el total de sus becarios. Sin embargo, la acción se sumará a otras iniciativas en la misma dirección que tal vez podrían modificar las tendencias. Ya lo veremos.
(Publicado en Campus Milenio No. 614. Julio 2, 2015, p.5)