jueves, 10 de enero de 2019

Ciencia y Tecnología. En el peor de los casos

Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99

(Publicado en Campus Milenio No. 784. Diciembre 20, 2018. Pág. 5)

En realidad, las cifras del presupuesto público para el año próximo no son completamente inesperadas, pero nadie, o casi nadie, anticipaba la dramática reducción para educación superior, cultura y ciencia y tecnología. Ciertamente no había ninguna certeza de cómo cuadraría el gobierno federal la operación regular y las ilusiones derramadas en las plazas del territorio nacional; tampoco cuáles serían los números finales del paquete económico 2019. Sí, ese que el gobierno federal entregó al Congreso el pasado 15 de diciembre.

No obstante, las expectativas eran y siguen siendo muy altas, alimentadas por las promesas que expresó Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el ahora presidente de la República, durante su campaña electoral y más propiamente en el largo periodo de transición. ¿Usted lo recuerda? La tinta todavía está fresca.  

En el caso del sector científico y tecnológico, en la reunión en el Palacio de Minería del pasado 22 de agosto, cuando le entregaron el documento “Hacia la consolidación y desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación”,  el ahora presidente de la República dijo: En lo que corresponde a nosotros que vamos a tener la responsabilidad de encabezar el gobierno, vamos a garantizar que la aportación en el presupuesto para ciencia y tecnología aumente. En el peor de los casos, y ese es el compromiso que hago con ustedes, porque vamos a enfrentar una situación difícil, en el peor de los casos que no se reduzca, que, en términos reales se mantenga. Es decir que nunca tengan un presupuesto por abajo de la inflación, ese sí es un compromiso para adelante y vamos a procurar que aumente en términos reales, ese es mi planteamiento muy concreto. Los aplausos no se hicieron esperar.

No obstante, pocos meses después de pronunciar aquellas palabras, el peor de los casos fue muy otro: el proyecto de presupuesto no se mantuvo en términos reales e incluso, en pesos corrientes, disminuye el gasto total para el sector. El Proyecto de Egresos de la Federación 2019 (PPEF 2019) propone para ciencia y tecnología (lo que ejerce centralmente Conacyt más lo que destinan para el mismo rubro las diferentes secretarías) un total de 89.4 mil millones de pesos y en este año le fueron aprobados 92 mil millones de pesos. Esto es, en términos corrientes, son 2 mil 600 millones de pesos menos. Una reducción que, en términos reales, alcanza el 12 por ciento.

La disminución en ciencia y tecnología que podrían experimentar las diferentes secretarías no tiene la misma proporción. De hecho, en el PPEF, no se sabe porqué, pero la única secretaría que presenta un ligero incremento es la SEP (pasa de 31.7 mil millones de pesos en 2018 a 34.3 mil millones de pesos en 2019). El resto de secretarías, incluido Conacyt –y con excepción de Relaciones Exteriores que conserva el mismo monto--, podrían ver reducida su partida presupuestal entre un 21 y un 3 por ciento.

Tal vez el caso de Conacyt es el más inexplicable, después de las palabras de respaldo que sonoramente había expresado el presidente de la República. El asunto es que el PPEF 2019 le recorta, en comparación con lo que recibió este año, 6.4 mil millones de pesos (pasaría de 31.1 mil millones de pesos a 24.7 mil millones de pesos).

Otro caso es el de educación superior. También en agosto pasado, en la 28 sesión extraordinaria de la asamblea general de ANUIES, aparecieron algunos ojipláticos ante las iniciativas de AMLO, pero todo parecía estar en el límite de lo posible: becas para los jóvenes de media superior para evitar el abandono escolar; creación de un centenar de universidades; becas para el nivel superior; y un ambicioso plan educativo denominado “Jóvenes construyendo el futuro”, para emplearlos en el sector público, privado y social, entre otras iniciativas

El presidente, al término del encuentro, expresó: fue una “muy buena plática en muy buenos términos” y se comprometió a ampliar el presupuesto e incrementar de manera paulatina la cobertura en este nivel educativo (La Jornada 15.08.2018). Claro, si se comenzaba a sumar lo que implicaría en términos de recursos financieros los programas propuestos, las cosas ya no parecían tan sencillas. Y esto solamente para la punta de la serie de programas anunciados, sin considerar el complicado tema de salud pública y desarrollo social.

Ahora, vuelta a la realidad de los números fríos, en la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación para el año próximo, el gobierno federal propone disminuir los recursos para educación superior. Según el desplegado público de ANUIES, en comparación con este año, los recursos para las instituciones federales disminuirán para 2019, en términos reales, 6.2 por ciento (17.12.2018). La situación no es mejor para las universidades estatales y las instituciones tecnológicas, en conjunto disminuyen 3.2 por ciento en términos reales.

Todavía no son los números finales. La inconformidad comienza a crecer, el debate y la negociación se traslada al Congreso. Al final de este mes veremos como queda.

Pie de página: En Conacyt y en los Centros Públicos de Investigación, como en toda la APF, está por resolverse la interpretación y aplicación de la Ley federal de remuneraciones de los servidores públicos. Pendientes.

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