martes, 5 de febrero de 2013

CyT: LOS SENADORES Y EL MOMENTO HISTÓRICO



Los legisladores podrían tener su propia agenda en el terreno de la ciencia y la tecnología, como también el gobierno federal y otro tanto los representantes de las organizaciones que constituyen el sistema científico y tecnológico. El asunto es cuál predominará o si son convergentes en este “momento histórico”, como lo caracteriza el director de Conacyt.

La comisión de ciencia y tecnología del Senado celebró recientemente su primera sesión de trabajo, en la cual también participó el director de Conacyt, Enrique Cabrero, la coordinadora del Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT), Gabriela Dutrénit, y el presidente de la respectiva comisión de ciencia de los diputados, entre otros.

Los objetivos del programa de trabajo de la comisión de ciencia y tecnología no difiere mayormente de una legislatura a otra. En general, además de expresar su preocupación y participación en las tareas de fomento, reiteran la idea de transformar en leyes e instrumentos los temas de interés compartido en el sector.

La actual comisión de ciencia y tecnología del Senado la preside Alejandro Tello Cristerna del PRI y como secretarios Juan Carlos Romero Hicks del PAN, Mario Delgado del PRD y Oscar Román Rosas del PRI; también participa en la comisión Francisco de Paula Búrquez. En total: dos Senadores del PRI, dos del PAN y uno del PRD.

El trabajo de la comisión apunta a un trabajo convergente con el gobierno federal, puesto que el senador Alejandro Tello, al darle la bienvenida al director de Conacyt y congratularse por su nombramiento, le propuso “trabajar de manera conjunta a fin de realizar con éxito las cinco grandes acciones marcadas por el presidente Enrique Peña Nieto”.

Las acciones a las que se refería el senador Tello, son las que fueron anunciadas por Enrique Peña el día de la toma de posesión del director de Conacyt y que lo instruyó a realizar: diseñar una hoja de ruta para alcanzar el 1 por ciento del PIB en inversión al término en el 2018 y el 1.2 por ciento del PIB en el 2022; impulsar políticas diferenciadas para las regiones y estados; fortalecer el Sistema Nacional de Investigadores; creación de un verdadero Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación; y fortalecimiento del vinculo entre el sector productivo y la academia.

La coordinadora del FCCyT, Gabriela Dutrénit, expresó ante los legisladores, qué es el Foro y el papel que desempeña. Enfatizó la importancia de los montos de inversión en ciencia y tecnología (“no es un gasto”) y destacó algunas propuestas como el retorno de los incentivos fiscales, los fondos directos o la creación de la Agencia de Innovación, mismas que fueron incluidas en el documento “Hacia una agenda nacional en ciencia, tecnología e innovación”, presentado en septiembre pasado. Una relativa convergencia.

Lo sorprendente es que el director de Conacyt no abundó en las cinco acciones que le recordó el senador. Más bien mencionó algunos aspectos que seguramente serán parte central de esta administración. Por ejemplo, destacó la idea de que Conacyt sea más receptivo a las solicitudes y demandas externas, más que a los programas tradicionales, así como la importancia de un marco regulatorio para la existencia de “un mercado del conocimiento que permita el flujo, la comercialización y la valoración de las ideas”. En su opinión, el actual, “es un momento histórico del sector, por la voluntad y el compromiso del presidente Enrique Peña de poner más recursos”.

Por su parte, el senador Romero Hicks, exdirector de Conacyt, también celebró el nombramiento del actual director de Conacyt y propuso como puntos de agenda de la comisión que debería reformarse la Constitución para incluir el tema de la ciencia y la tecnología, así como modificar la leyes General de Educación, la de Responsabilidades de los Servidores Públicos y la Orgánica de los Centros Públicos de Investigación. Tales cambios, en la perspectiva de Romero, permitirían una mejor respuesta del organismo rector de las políticas científicas y tecnológicas.

Faltan cuatro meses para la presentación del Plan Nacional de Desarrollo, todavía más tiempo para la elaboración de los programas sectoriales y mucho más para advertir los primeros resultados. Sin embargo, tal parece que ya existe un relativo consenso sobre algunos de los problemas principales y las vías de solución; es el alineamiento esperado por la firma del Pacto entre el gobierno federal y partidos políticos. Pero resulta excesivo calificarlo de momento histórico.

(Publicado en Campus Milenio No. 495. Enero 31, 2012) 

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