jueves, 26 de septiembre de 2013

¿Complementariedad del Registro, Padrón y Censo?

Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
canalesa@unam.mx Twitter: @canalesa99


Al iniciar la actual administración, la realización de un Censo de escuelas, maestros y alumnos quedó establecido como el compromiso número siete del Pacto por México. La iniciativa se mantuvo y en esta misma semana se llevará a efecto, a pesar de que se hizo notar la duplicidad con otra medida que ya estaba en marcha de la administración previa.

La medida que ya estaba en operación se refiere al Registro Nacional de Alumnos, Maestros y Escuelas (RENAME). El Registro comenzó como diseño en el 2009. Luego, en el 2010, se impulsó en el conjunto de entidades federativas, bajo el imperativo de que su participación era necesaria para obtener información detallada, consistente y confiable de alumnos, escuelas y maestros.

La idea del Registro, según quedó expresada en los talleres regionales, era construir “el gran banco de datos nacional, sustentado en una plataforma tecnológica e informática, al cual puedan recurrir todos los actores del sistema educativo”.

El mismo INEGI que hoy está involucrado en la realización del Censo, hace un año emitió un acuerdo para determinar como “Información de Interés Nacional al Registro Nacional de Alumnos, Maestros y Escuelas en virtud que cumple con los cuatro criterios establecidos en el artículo 78 de la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica” (Diario Oficial de la Federación 08.08.12).

Esto es, la información del Registro, para ser considerada de interés nacional, cumplía con las características de ser regular, periódica, elaborada con una metodología científica. Pero, sobre todo, que la información aportada sería necesaria para conocer la realidad del país, contribuir a la toma de decisiones y al diseño e implementación de políticas públicas.

En virtud de lo anterior, en el mismo acuerdo de referencia, el INEGI estableció que la información derivada del RENAME sería oficial y de uso obligatorio para la federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, para calcular los indicadores. Además, precisó que la SEP estaría a cargo de operar el Registro y de poner a disposición de los usuarios la información correspondiente.

De hecho, a partir del 2012, aunque con algunas fallas, la página electrónica del Registro ya estaba disponible. Incluso, algunos medios y organizaciones civiles comenzaron a explorar y cruzar información sobre plazas, personas y salarios. Sin embargo, precisamente al final del 2012, con el anunció del Pacto por México de realizar un Censo para establecer un Sistema de Información y Gestión Educativa, el flujo de información se detuvo.

El decreto de reforma constitucional de febrero de este año, en su artículo quinto transitorio, recuperó el compromiso de realizar el Censo, con la precisión de que se haría en este año. Lo notable es que la redacción ya era relativamente similar a la planteada por el Rename: un censo que “permita a la autoridad tener en una sola plataforma los datos necesarios para la operación del sistema educativo y que, a su vez, permita la comunicación directa entre los directores de escuela y las autoridades educativas”.

En el reciente primer Informe de Gobierno se precisa que “se trabaja en la regulación, coordinación y operación de un padrón nacional de alumnos, docentes, instituciones y centros escolares, a partir del RENAME; el RODAC (Registro Oficial de Documentos de Acreditación y Certificación); y del SNIE (Sistema Nacional de Información Educativa), elementos que articulados, permitirán construir un sistema único para el control escolar, que concentre la información nacional de control escolar” (p. 380-1, negritas en el original). Entonces, ¿ahora se tratará un Padrón?

A su vez, el mismo Informe, en el mismo apartado, anota como dato destacado que inició el Censo en este año y repite la redacción del quinto transitorio de reforma constitucional. Lo que todavía no está claro es si la información ya recabada por el RENAME no era confiable o por qué no se utilizó como base.

Otro asunto, dado que no se abandonará el RENAME, es cómo se complementarán las distintas fuentes de información: Registro, Censo, Padrón o Sistema, para un efectivo sistema de información. Según los planes anotados, los tabulados básicos del Censo estarán a mediados de diciembre y los resultados definitivos en el primer trimestre del año próximo.


Si anteriormente el problema era la ausencia de información estadística confiable, esperemos que hoy no sea el exceso de fuentes similares, duplicadas, o peor, contradictorias. 

(Publicado en Campus Milenio No. 528. Septiembre 26,  2013, p4)

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