Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
(Publicado en Campus Milenio No. 701.
Abril 20, 2017. Pág. 5)
En México, el dato más reciente del Gasto
en Investigación Científica y Desarrollo Experimental (GIDE) dice que es de
0.54 por ciento respecto al PIB. Este porcentaje, como lo hicimos notar aquí el
mes anterior, se realiza sobre una nueva base de cálculo: integra el trabajo realizado por estudiantes de doctorado y maestría. O sea
que antes no se incluía y ahora sí. Y no, tal vez no es el monto de las becas o
no solamente.
Según quedó asentado en el cuarto informe
de gobierno de esta administración, la modificación ocurrió
el año anterior.
Pero los datos del GIDE cambiaron no solamente para
el año anterior, nuevos cálculos oficiales se hicieron a partir del año 2007,
considerando la revisión del Sistema de Cuentas Nacionales.
Para efectos prácticos esto quiere decir
que el porcentaje del GIDE se incrementó algunas centésimas, respecto de los
datos que ya se conocían. Por ejemplo, la información previa indicaba que en el
2009 el GIDE tenía un porcentaje de 0.43 respecto al PIB y ahora, para ese
mismo año, dice que son 0.52.
Una variación de cada centésima representa
miles de millones de pesos. Simplemente considérese que el porcentaje del GIDE
de 0.54 respecto al PIB, significa, en términos absolutos, 101 mil 637 millones
de pesos (gasto público y privado). Supongamos: si para este año el porcentaje
del GIDE alcanzara una proporción de 0.56 respecto al PIB y este último conservará
el mismo valor que el año anterior, el volumen de recursos se incrementaría a
105 mil 401 millones de pesos; casi 4 mil millones de pesos más.
Entonces, las variaciones en el
porcentaje del GIDE no son nada, pero nada insignificantes. El asunto es que
esa reciente variación se debe a un nuevo factor: contabilizar como IDE el
trabajo realizado por estudiantes de maestría y doctorado. Y sí, en efecto, la
edición 2015 del Manual de Frascati dice que se propuso una mejor alineación
del personal y los recursos financieros dedicados a la IDE.
En las versiones anteriores del Manual
Frascati, se había considerado una determinada clasificación para recolectar y
comparar internacionalmente las estadísticas. Una en la que las actividades
científicas y tecnológicas se desdoblan en tres diferentes rubros. En primer
lugar estaba la IDE, el núcleo duro de la actividad, realizada de forma
sistemática para incrementar el volumen de conocimientos y su uso; dividida
entre investigación básica, aplicada y desarrollo experimental.
Las otras dos actividades eran: a) la enseñanza y
la formación científica y técnica, en la que se comprenden todos los procesos
de formación, posgrado, especializaciones y de capacitación; incluyendo las
becas; y b) los servicios científicos y tecnológicos, todas aquellas
actividades para generar, difundir y aplicar los conocimientos.
En la contabilización del GIDE, hasta antes de
reciente versión del Manual Frascati, se suponía que se consideraba
centralmente el gasto aplicado directamente en IDE, no erogaciones en los otros
dos componentes, como el monto de las becas u otro tipo de apoyos.
Ahora, en la edición 2015 del manual se
especifica que: “La definición de personal de IDE se modifica ligeramente para
aclarar dos cuestiones: el tratamiento de los estudiantes de doctorado y de
maestría y la distinción entre el personal externo y las personas empleadas por
la unidad estadística” (págs. 24-5).
¿Y cuál es ese tratamiento de los
estudiantes? Según lo que ahora anota el manual, si la actividad de investigación
también es realizada por estudiantes de maestría y doctorado, así como por
cualquier otro personal universitario que actúe como instructor o supervisor,
se debiera incluir en la IDE realizada por el sector de educación superior. Y,
claro, excluir del cálculo, el tiempo y actividades que no están relacionadas
con la investigación.
El asunto, como en el mismo documento se
reconoce, es que no es nada sencillo un cálculo de sueldos y salarios de los
estudiantes de doctorado o maestría. Así que solamente deben incluirse en el
total a “aquellos estudiantes que son empleados por la unidad estadística y que
participan en proyectos o actividades de IDE (por ejemplo, como investigadores
o asistentes de investigación)” (pág. 69). Aunque, solamente los salarios
reales y los costos de mano de obra asociados a tales estudiantes deben ser
reportados, sin derivar valores inflados.
El manual tiene mayores especificaciones
y condiciones para los estudiantes de maestría y doctorado, al igual que para
individuos que tienen financiamientos para investigación y se desempeñan en una
institución de educación superior. En general, señala que deben ser tratados
diferencialmente, en correspondencia con el estatus de empleo que presentan.
Entonces, lo que resta por conocerse es:
exactamente ¿qué componentes incluyó el gobierno federal en los nuevos cálculos
del GIDE? ¿La ESIDET los capturó? Aquí esperamos la respuesta. Añadamos que al
comienzo de este mes se relanzó el programa de incentivos fiscales y también
tendrá un impacto en el mismo tipo gasto. Allá vamos la semana próxima.
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