La conductora
del debate entre candidatos presidenciales pregunta sonriente, dirigiéndose a
Gabriel Quadri: ¿Qué características
tendría su política de ciencia y tecnología?
La pregunta es
directa, conocida de antemano, aunque formulada al azar. Quadri responde con la
convicción y el compromiso de una promesa que nunca será realidad. Habilitado
como candidato del Partido Nueva Alianza al cuarto para las doce, una vez que
se truncó la coalición con el PRI, sin posibilidad alguna de disputar la
presidencia, autodefinido como ciudadano pero representando a un impresentable
partido político que trata de arañar el mínimo de votación para alcanzar el
registro y unas curules para los familiares de la dirigencia del partido,
Quadri, sin
titubeos, dice que México está en condiciones muy lamentables en materia de
ciencia y tecnología. No le falta razón, pero sí precisión a sus datos. Afirmó que
en el país se forman aproximadamente 2 mil doctores al año y que, en
comparación, en Brasil son dos o tres veces más en relación a su población.
En realidad, según
los datos oficiales más recientes, en México egresaron 4 mil 99 doctores en el año
2009. Incluso, si en vez de egresados solamente se consideran a los graduados
del nivel, la cifra es de 2 mil 724 doctores para el mismo año. Las cantidades,
como se podrá advertir, son superiores a las que dijo el candidato del Panal.
A su vez, el
número de graduados de doctorado en México es menor que Brasil, pero la
diferencia es mayor a la que dijo Quadri. En el 2009 los graduados de ese nivel
en Brasil sumaron 11 mil 368. Esto es, en términos comparativos, no son 2 o 3,
son 4 veces más que los nacionales.
Todavía menos
comprensibles fueron los datos del candidato de Nueva Alianza acerca de que, en
comparación con el año 2000, cuando ingresaban 185 doctores al Sistema Nacional
de Investigadores, actualmente la cifra se había reducido drásticamente. ¿Cuál
es su base de cálculo? Nuevos ingresos no cuadra; la tasa de rechazo tampoco.
También muy
efectista, aunque difícil de calcular y entender fue su afirmación de que solamente
uno de cada diez mil jóvenes llega al doctorado. Sin duda la matrícula nacional
de doctorado es baja (poco más de 23 mil estudiantes), sobre todo si la
comparamos con el total de la matrícula en educación superior (2.6 millones) o
con el total de jóvenes entre los 25 y los 29 años (8.8 millones) o entre los
25 y 34 años (poco más de 17 millones). ¿Cuál flujo seguir para afirmar que uno
de cada diez mil jóvenes llega al doctorado?
La propuesta de
Quadri, frente a su diagnóstico impreciso fue “la creación de una Secretaría de
Educación Superior de Ciencia y Tecnología”. Una idea que, como lo anotamos
aquí en su momento, fue expresada y respaldada desde el final del mes de marzo
por los tres pricipales candidatos presidenciales en el encuentro con la
Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo
Tecnológico (Adiat). El ciudadano de Nueva Alianza, en ese entonces, recien
estaba pisando la arena politica; hoy se suma al consenso previo.
En su turno de
respuesta a la misma pregunta. Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI-Verde
Ecologista, diagnosticaba que México no ha entendido a tiempo que se debe
invertir en el sector. En consecuencia anunció que su política sería
“incrementar al menos tres veces más la inversión que hoy se hace en ciencia y
tecnología”. Es decir, si fuera el caso, significaría que el gasto federal
pasaría de 52 mil millones de pesos a cerca de 156 mil millones de pesos. O
bien, de 0.38 a alrededor del 1.14 PIB.
La candidata del
PAN, Josefina Vázquez Mota, propuso un programa de becas de detección de
talentos temprano. También sugirió de manera ambigüa que uniría en una sola
institución a todas las instancias de educación superior y a todos los centros
de investigación. Seguramente intentaba remitirse a la propuesta de creación de
una nueva secretaría, pero evitó reiterar lo que había dicho Quadri. Además,
también dijo que duplicaría el presupuesto para el sector y propciaría una
mejor asociación público-privado.
Por su parte,
Andrés Manuel López Obrador, el candidato del Movimiento Progresista, no
ofreció una respuesta específica. Denunció malos manejos del dinero público y
solamente indicó que debería administrarse con honradez y distribuirse con
justicia.
Es el primer
encuentro de candidatos, la agenda ya la encabeza la creación de una nueva
secretaría y parece que el segundo será el financiamiento.
(Publicado en Campus Milenio No. 461. Mayo 10, 2012)
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