Las
proyecciones de crecimiento económico para México son inciertas, pero
relativamente optimistas considerando la incertidumbre política derivada de las
recientes elecciones federales, el contexto global y el desempeño de algunos de
los países emergentes. Sin embargo, también debiera tomarse nota de la posición
del país en materia de innovación.
Uno de los
supuestos para alentar la innovación en las naciones –con una inclinación
fuertemente económica y centrada en la producción institucional— es que
constituye uno de los factores centrales para alcanzar un desarrollo y un
bienestar sostenido.
Recientemente apareció el índice
global de innovación (The Global Innovation Index 2012:
Stronger Innovation. Linkages for Global Growth). Un reporte de medio millar de cuartillas que
expresa el esfuerzo de colaboración entre la Organización Mundial de Protección
Intelectual de Naciones Unidas y una escuela de negocios francesa con
diferentes planteles que también desarrolla investigación (INSEAD).
En el 2007,
la institución educativa francesa inició la tarea de medir y aproximarse a la
innovación en la sociedad, pero buscando ir más allá de los indicadores
tradicionales como el volumen de artículos de investigación producidos, el
tamaño del personal o el nivel de gasto en investigación y desarrollo.
El tema en
el reporte 2012, como lo indica su subtítulo, son los vínculos de la innovación
para el crecimiento global. Destaca la importancia de las interacciones
productivas entre los actores de la innovación en ecosistemas modernos; actores
tales como las empresas, el sector público, la academia y la sociedad.
Si bien el
trabajo de construcción del índice del reporte adoptó la definición de
innovación del manual de Oslo: “la introducción de un nuevo,
o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un
nuevo método de comercialización o de un nuevo método organizativo, en las
prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las
relaciones exteriores”.
En el reporte también se advierte
que actualmente la capacidad de innovación se ve más como la habilidad para
explotar nuevas combinaciones tecnológicas, la inclusión de la innovación
incremental y la “innovación sin
investigación”. La publicación del reporte incluye a 141 naciones, los cuales
representan el 95 por ciento de la población mundial y el 99 por ciento del PIB
mundial.
La construcción del índice de
innovación se basa, a su vez, en dos subíndices. Uno de insumos, el cual
incluye cinco componentes de las economías nacionales que posibilitan la
innovación: instituciones, capital
humano e investigación; infraestructura, sofisticación del mercado; y
sofisticación de los negocios. El otro subíndice es de resultados y comprende
solamente dos componentes: conocimiento y tecnología; y resultados creativos. En
el cálculo, los dos subíndices tienen el mismo peso.
La tabla de posiciones del índice
de competitividad muestra que los diez países que están a la cabeza mundial
son: Suiza; Singapur; Suecia; Finlandia; Reino Unido; Holanda; Dinamarca; Hong
Kong; Irlanda; y Estados Unidos.
De
los países latinoamericanos, chile es el que ocupa la mejor posición en el
lugar 39, el único en los primeros 50 países. Después: Brasil en el lugar 58;
Costa Rica en el 60; Colombia en el 65; Uruguay en el 67; Argentina en el 70;
Perú en el 75; México en el 79; Paraguay en el 84; Panamá en el
87; El Salvador en el 93; Ecuador en el 98; Guatemala en el 99; Nicaragua en el
105; Honduras en el 111; Bolivia en el 114; y, por último, Venezuela en la
posición 118 de los 141 países incluidos.
Entre
algunas de las naciones que ocupan las diez últimas posiciones están Pakistán,
Angola, Togo, Burundi, Yemen Níger y Sudán.
Como
es obvio, los países que encabezan la tabla de posiciones son los líderes en
las actividades de innovación y los últimos están en la situación inversa. Pero
en el reporte también se realizan otras dos agrupaciones de países los que
están aprendiendo en la materia y los que tienen un bajo desempeño.
En
el reporte se destaca a los países que
están aprendiendo y en tal caso destaca a China, India Vietnam y Ghana.
Mientras que en los países que muestran un bajo desempeño coloca a México,
Argentina, Ecuador y Venezuela.
Es
de llamar la atención que en el perfil de México, incluido en el reporte, en
los puntajes de los subíndices (para calcular el índice de innovación), el que
corresponde a “ambiente político” ocupe una posición más desfavorable (102) y
el de ambiente de negocios una mejor posición (35).(Publicado en Campus Milenio. No. 475. Agosto 23, 2012)
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