jueves, 4 de septiembre de 2014

C y T: el segundo informe
 
Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES

En esta semana se cumplió el plazo para la presentación del segundo informe de gobierno de esta administración. El balance, en el primer tercio de su periodo, muestra logros en materia normativa, aunque en materia de ciencia y tecnología, hasta ahora, las principales iniciativas han estado más bien fuera del Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2014-2018 (Peciti).

Indiscutiblemente, los principales avances de esta gestión se han registrado en materia legislativa. La reforma energética, uno de los cambios estructurales más relevantes en el sector, es la que podría tener un vínculo más directo  con el campo de la ciencia y la tecnología. En este caso, como lo comentamos aquí hace un par de semanas (Campus Milenio No. 572), el propio presidente Enrique Peña Nieto, destacó que tal reforma llevaría a una mayor demanda de profesionales de las ingenierías y disciplinas afines.

Además, anunció la creación de un “Programa estratégico para la formación de recursos humanos en materia de hidrocarburos”, incluyendo las becas correspondientes para nivel posgrado y técnico. Posteriormente se anunció El Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico para la Industria Petrolera que se hará cargo de tal formación. Todavía no se atisban los alcances del programa y, al igual que la misma reforma energética, por ahora es un proyecto en ciernes.

Sin embargo, el programa estratégico de formación de recursos humanos para el sector energético no forma parte de las acciones claras y explícitas del Peciti. Este último, presentado tardíamente, establece la idea de continuar la formación de recursos humanos de alto nivel en temas prioritarios, pero no en hidrocarburos.

La omisión podría deberse a la propia incertidumbre que había sobre la aprobación de la entonces proyectada reforma energética. Sin embargo, el Peciti, como parte de sus objetivos generales y acciones estratégicas, incluyó el tema de la biotecnología. De hecho, tiene una meta específica sobre el número de investigadores involucrados en el desarrollo de la biotecnología (pasar de 3.8 a 4.5 por ciento en el periodo).

En lo que va del periodo, otra iniciativa que se puede destacar como un logro es la creación de oportunidades laborales para los jóvenes doctores. Como también lo hemos documentado en su oportunidad, se trata del programa “Cátedras Conacyt para jóvenes investigadores”.

Es un número relativamente modesto de plazas laborales para jóvenes (son 574 espacios) en instituciones y centros públicos. Solamente consideremos que cada año se gradúan poco más de 2 mil 500 nuevos doctores. No obstante, la medida puede tener un efecto importante en el mercado y la profesión académica, dadas las características contractuales y condiciones laborales.

El mes anterior se integraron los jóvenes que fueron seleccionados en el programa de cátedras. Sin embargo, es incierto si el programa continuará para el año próximo y en tal caso si conservará o modificará algunas de sus principales características. Lo que es un hecho es que no se ha informado públicamente de la implementación del programa: cuántos jóvenes se presentaron, qué instituciones se beneficiaron, qué temas y retos recibieron más solicitudes, etcétera.

El programa de cátedras tampoco apareció en el Peciti. En la parte diagnóstica se reconoce que “Actualmente las estrategias para la absorción de capital humano de investigación son poco claras” (p.24). Y se planteó como objetivo “Apoyar a las investigadoras e investigadores recién doctorados para que logren su inserción laboral en las instituciones generadoras de conocimiento del país” (p.66).
 
El programa de inserción laboral de jóvenes, como tal vez será el de formación de recursos humanos en materia de hidrocarburos, es de un volumen relativamente discreto. Pero ambos podrían tener un efecto amplio y profundo en el sector.

Un tema más que se puede añadir en el balance del periodo es el de los indicadores. Tema sobre el que volveremos la semana próxima. Por ahora, constatemos que las principales iniciativas, incluido el incremento presupuestal, se han definido en la arena de la política, no en el Peciti.

(Publicado en Campus Milenio No. 574. Septiembre 4, 2014, p.5)

 

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