Coordinación de
Ciencia y Tecnología de la Presidencia: ¿desciende de nivel o nunca lo tuvo?
Alejandro
Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter:
@canalesa99
Las expectativas
de algunos directivos del sector eran muy altas. Y sí, la creación de una
instancia administrativa encargada de los asuntos científicos y tecnológicos, a
nivel de la Presidencia de la República, parecía instalar la idea de que en
adelante todo se resolvería con un chasquido de dedos y las dificultades por
los dineros serían cosa de otro tiempo. Pero no, las desilusiones llegaron
pronto.
Seguramente,
lector lectora, recordará que en el tránsito de la administración anterior a la
actual se habló, con cierta insistencia, acerca de la posibilidad de crear una
secretaría de Estado para la conducción de la ciencia y tecnología en México.
Todo parecía indicar que así sucedería. Sin embargo, poco antes del comienzo de
este periodo, el entonces candidato y hoy presidente de la República, se
decantó por una opción intermedia: algo que pareciera equivalente o muy
parecido a una secretaría, pero sin serlo.
La solución fue crear
una unidad de apoyo técnico en la Jefatura de Oficina de la Presidencia de la
República, entonces bajo la responsabilidad de Aurelio Nuño. A través de una
reforma a la organización y funcionamiento de la Oficina de la Presidencia, en
abril de 2013, quedó nombrada la “Coordinación de Ciencia, Tecnología e
Innovación” y designado como titular Francisco Bolívar Zapata.
En la reforma al
reglamento se le adjudicó casi una docena de funciones a la nueva Coordinación.
Sin embargo, desde entonces se advertía una capacidad limitada para influir en
la orientación sectorial o para tomar decisiones trascendentes. Por ejemplo, solamente
podía coadyuvar en diagnósticos y funciones del sector científico y
tecnológico; analizar junto con Conacyt la normatividad o algunas acciones a
realizar; o solicitar información a las dependencias de la administración
pública y elaborar reportes.
También se le
adjudicó, en conjunto con Conacyt, la elaboración de recomendaciones sobre la
relación que podrían sostener el ejecutivo federal y el sector científico y
tecnológico (fracción III del artículo 11). Una forma relativamente tímida de
acercar posiciones y propiciar un vínculo. Aunque tal vez fue la única función
que parecía darle sentido a su propia creación.
Sin embargo, el
contacto de la Coordinación de Ciencia y Tecnlogía, no es directamente con el
ejecutivo federal; las recomendaciones, las propuestas o los estudios son mediados
por el jefe de la Oficina de la Presidencia. En su momento y hasta agosto del
año pasado el cargo lo ocupó Aurelio Nuño; después, fue Francisco Guzmán Ortiz.
Sin duda, la
Jefatura de la Oficina de la Presidencia es una posición clave en el entorno
más cercano al ejecutivo federal. La persona que ocupa el despacho no solamente
asiste a todas la reuniones de gabinete, también realiza una evaluación de las
políticas públicas, influye en la toma de decisiones y sostiene la relación con
los sectores público, privado y social.
No obstante,
pese a la relevancia de la Jefatura de la Oficina de la Presidencia, de ahí no
se sigue que una de sus unidades técnicas, en este caso la coordinación de
ciencia y tecnología, tendría igual importancia, como no la ha tenido. No
solamente. Incluso es posible que su jerarquía todavía disminuya más.
Ahora será una
coordinación de una coordinación. En octubre del año pasado nuevamente se
modificó el reglamento de la Oficina de la Presidencia (DOF. 01.10.2015). Las
instancias de apoyo de la Oficina de la Presidencia se modificaron y la
Jefatura de la Oficina de la Presidencia asumió la coordinación de asesores del
presidente y solamente se quedó con las cinco unidades técnicas más
sobresalientes.
Según el mismo reglamento, se creó
una nueva instancia: la Coordinación
General de Política y Gobierno y a ella quedaron subordinadas la Secretaría
Técnica del Gabinete; la Coordinación de Enlace
Institucional, y la
Coordinación de Ciencia,
Tecnología e Innovación. Así que esta última ya ni siquiera estará adscrita a
la jefatura de la oficina.
Incluso, cabe
recordar que antes del cambio normativo, la Coordinación de Ciencia y
Tecnología estuvo desocupada un semestre y pasó desapercibida. El primer
titular, Francisco Bolívar, renunció al cargo en septiembre del año pasado,
precisamente para anotarse como uno de los candidatos a la rectoría de la UNAM
–un cargo que no obtuvo-- y desde entonces hasta el comienzo de este mes
permaneció vacante.
Ahora, el
ejecutivo federal nombró a Elías Micha como nuevo coordinador. Micha se
desempeñaba como Director General Adjunto de Desarrollo Regional del Conacyt desde el
2013 y antes de ello dirigió el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología. Pero
ni antes ni ahora la Coordinación tendrá relevancia.
(Publicado en Campus Milenio No. 651 Abril 7, 2016, p.5)
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