lunes, 18 de abril de 2016

Género: logro educativo dividido en ciencias

Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99

Uno de los temas recurrentes en la agenda educativa ha sido el asunto de género. Primero, para nivelar las oportunidades de acceso a la escuela entre hombres y mujeres. Un paulatino pero sostenido ascenso de las mujeres en la matrícula ha llevado a la paridad de género en el nivel elemental en la mayoría de los sistemas educativos de la mayor parte de las regiones e incluso a una diferencia a favor de las mujeres en algunas áreas de los estudios superiores.
Fuente:noticiasdelcentro.mx

No obstante, persisten las inequidades de género y se ha insistido en la conveniencia de asegurar una igualdad de género, tanto en materia de planeación como de logro educativo. En la literatura ha quedado relativamente asentado que las mujeres, en comparación con los hombres, tienen más dificultades para pasar de un nivel educativo a otro, pero una vez inscritas, su desempeño es mejor.





Sin embargo, ha quedado como una interrogante las diferencias de hombres y mujeres en el logro educativo conforme área de conocimiento y su reiterada inclinación a una u otra área. Todavía hace una década, seguramente lo recordará, estimado lector, se generó una polémica a partir de lo dicho por el entonces presidente de la Universidad de Harvard, Larry Summers, cuando en un discurso público afirmó que las diferencias de desempeño entre hombres y mujeres eran innatas y un asunto de aptitudes.

Summers indicó que no tenía intención de ofender a las mujeres y expresó una disculpa pública. No fue suficiente y al parecer tuvo que renunciar como rector al año siguiente. Sin embargo, la exploración sistemática del logro educativo según el sexo quedó como tarea pendiente.

Fuente: www.emaze.com
La OCDE, con el cúmulo de datos obtenido en la aplicación de la prueba PISA, ha abordado el asunto del género con mayor detenimiento. El año pasado publicó un reporte al respecto (The ABC of Gender Equality in Education. Aptitude, Behaviour, Confidence), en el que destaca la mayor propensión de los hombres a abandonar la escuela tempranamente, porque la ven como pérdida de tiempo. Pero, al mismo tiempo, en el ingreso a la universidad y en comparación con las mujeres, una mayor proporción se inscribe en los campos de la física, las matemáticas y la computación (39 por ciento vs 14 por ciento).

En América Latina, desde el final de los años 90 se impulsó una iniciativa para evaluar la calidad de los sistemas educativos nacionales de la región y precisar qué están aprendiendo los niños en la educación primaria, cuya iniciativa está a cargo del Laboratorio Latinoamericano de la Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), auspiciado por UNESCO y coordinado por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC).

El estudio más reciente es del 2013, denominado, Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE) y, al igual que los dos estudios anteriores (PERCE Y SERCE), evalúan el desempeño escolar de los niños en tercer y sexto grado de escuela primaria de 15 países de la región. A diferencia de PISA, estos estudios comparativos, tienen una orientación conceptual basada en pruebas referidas al currículum de la región e intentan precisar cuáles son los factores asociados al aprendizaje.

Fuente:www.junji.cl
Los datos del TERCE se han procesado paulatinamente y la entrega de resultados se ha realizado por etapas. Desde los primeros informes se mostró una mejora en el aprendizaje de los niños y niñas respecto del estudio previo. Pero, recientemente, se acaba de publicar el reporte sobre el desempeño conforme el sexo (Inequidad de género en los logros de aprendizaje en educación primaria. ¿Qué nos puede decir TERCE?)

Los resultados son reveladores y están relativamente en consonancia con lo que mostró el reporte de PISA y otros estudios. En resumidas cuentas, los datos del TERCE señalan que los estudiantes hombres tienen un desempeño significativamente mejor en matemáticas, mientras que las mujeres tienen una ventaja similar en las pruebas de lectura y escritura. Sin embargo, el desempeño en ciencias está dividido: en la mitad países que participan en la prueba, las niñas obtuvieron mayores puntajes y los niños en la otra mitad.

En el reporte se atribuyen las diferencias de desempeño a las prácticas culturales. Por ejemplo, se anota que las niñas tienen mayores oportunidades para realizar presentaciones orales y elaborar reportes de trabajo; incluso destaca que en las familias se refuerza un patrón de lectura y escritura en las niñas.

En el caso de las matemáticas, dice el reporte, tal vez la escuela moldea de forma diferenciada las oportunidades de aprendizaje y refuerza la idea de que los hombres son mejores en esa asignatura, lo que tiene un efecto posterior, en el ingreso a los estudios superiores.

El asunto parece más complicado de lo que parece.

(Publicado en Campus Milenio No. 652 Abril 14, 2016, p.5)



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