Alejandro Canales
UNAM-IISUE/SES
Twitter: @canalesa99
(Publicada en Campus Milenio No. 705.
Mayo 18, 2017. pág. 5)
La educación no era un tema relevante en
las propuestas de los contendientes. Tampoco era el motor principal que animara
a los posibles votantes en las elecciones del próximo 4 de junio en el estado
de México. No obstante, las circunstancias parecen haber mudado y ahora, no precisamente
por el contenido, pero sí por los movimientos de algunos jugadores en la arena
política, lo educativo se tornó un asunto en disputa y tal vez un factor
decisivo.
La semana pasada el periódico Reforma dio a conocer que Rafael Ochoa,
ex secretario general del Snte, bajo el liderazgo de Elba Esther Gordillo,
llamó a maestros mexiquenses a votar por Delfina Gómez Álvarez, la candidata de
Morena a la gubernatura (09.05.2017). Un acto restringido que no pasó
desapercibido. Después, el sábado 13, como lo reportaron diferentes medios, en
un acto político con profesores de la sección 36 del Snte, el mismo profesor
Ochoa y Fernando González, el ex subsecretario de educación básica y yerno de
Elba Esther, respaldaron, ahora pública y formalmente, a la misma candidata de
Morena.
Fernando González fue subsecretario, precisamente,
cuando Josefina Vázquez Mota era secretaria de Educación Pública con Felipe
Calderón. Vázquez Mota, como se sabe, es la candidata del PAN a la misma
gubernatura. Además, el contendiente por parte del PRI, Alfredo del Mazo, va en
coalición con tres fuerzas políticas y una de ellas es el Panal. Este último es
el partido que fundó Gordillo y ahora, Gabriel Quadri, candidato presidencial
en las elecciones de 2012 por ese mismo partido, aparece como chofer en un
promocional del aspirante priista.
Lo que resulta obvio es el realineamiento
de jugadores, tanto como los lazos y alianzas entre ellos que hasta hace poco
parecían imposibles. Independientemente de las motivaciones que cada uno
pudiera tener –los analistas han especulado de sobra--, los ajustes tendrán un
efecto sobre el número de votantes y cierta capacidad para persuadirlos.
Los electores potenciales en el estado de
México suman 13 millones 318 mil. El volumen de profesores en la entidad sobre
pasa los 200 mil y alrededor del 65 por ciento de ellos son de educación
básica, la parte restante se divide en proporciones casi equivalentes entre
media superior y superior.
Desde luego, los profesores no votarán en
bloque; no lo han hecho del todo antes y menos lo harán ahora, cuando los
mecanismos de control vertical se han aflojado. Al interior del gremio se
expresan y se dividen las preferencias políticas. Aunque las fuerzas políticas
no solamente cuentan con el papel de los profesores como posibles votantes en
sí mismos, también está en juego su capacidad de operación política y la
influencia que ejercen en otros.
Así que, quiénes aspiran a gobernar en la
entidad, tienen dos semanas más para tratar de deslumbrar –en el sentido
figurado, claro-- a los votantes con algo que no termina de convencer ni de fijarse
en la imaginación de buena parte de los profesores. Y es aquí donde entra el
contenido de las propuestas educativas, el otro factor relevante que no había
destacado antes, pero que podría ser central ahora (y después) y también de
mayor escrutinio.
Sin duda las preocupaciones de los
habitantes del estado de México se concentran en el tema de la seguridad
pública. No es para menos. La entidad concentra la mayor tasa de prevalencia
delictiva por cada cien mil habitantes en el país: 45 mil 795 (Inegi. Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública
2016). Además, en la percepción de los habitantes, el municipio de Ecatepec aparece
como el más inseguro en todo el país, principalmente por los constantes robos
que ocurren en el transporte público.
No obstante, ahora, por los
realineamientos y los perfiles de los contendientes, serán más atractivas las
propuestas en materia educativa. ¿Qué han dicho al respecto? En los actos de
campaña y en los medios, en ocasiones sin mayor precisión, han expresado
variadas propuestas. No obstante, ahí están sus plataformas electorales, done
tienen un diagnóstico y las acciones a realizar.
La semana próxima examinaremos
en detalle el contenido de las plataformas, pero por lo pronto indiquemos parte
del diagnóstico de las dos fuerzas principales. Por ejemplo, Del Mazo, en el
marco ideológico de su plataforma de coalición, resalta: “la educación también debe
actuar como instrumento para combatir las desigualdades sociales por lo que
resulta necesario establecer un modelo educativo en el que sea posible la
movilidad social, propiciando las mismas oportunidades a todos nuestros niños y
jóvenes (págs.32-3). O sea, el reciente modelo no lo está haciendo.
Por su
parte, Delfina Gómez, profesora ella, candidata de Morena, en su plataforma
electoral señala: “Nuestra postura es firme,
rechazamos la ‘Reforma Educativa’ del gobierno federal, ya que es absolutamente
una reforma laboral que relega el papel de los profesores y las condiciones
educativas para los alumnos” (p. 24).
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