jueves, 22 de noviembre de 2012

AGENCIA DE INNOVACIÓN



Hoy es claro que no habrá nueva secretaría de ciencia y tecnología, ni tampoco de educación superior, ciencia y tecnología. Por lo menos no en el corto plazo. En su lugar, tal vez, tome impulso la idea de una agencia nacional de innovación.

En las iniciativas de reforma que presentó el presidente electo, Enrique Peña Nieto, el pasado 14 de noviembre, no estuvieron consideradas la educación ni la ciencia. Las propuestas tienen otros propósitos. Una primera reforma tiene al senado como cámara de origen y se refiere a la creación de una  Comisión Nacional Anticorrupción y un Consejo Nacional por la Ética Pública.

Se supone que la nueva comisión tendrá como principal objetivo el combate a las faltas administrativas y las conductas de corrupción en el ámbito gubernamental en sus diferentes niveles. A su vez, el Consejo Nacional por la Ética Pública estaría integrado por representantes de todos los niveles de gobierno, de las principales instituciones políticas y algunos sectores de la sociedad. Esta iniciativa supone la desaparición de la actual Secretaría de la Función Pública.

La segunda iniciativa tiene a la cámara de diputados como cámara de origen y es la que se refiere a la modificación de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Básicamente propone concentrar en la Secretaría de Gobernación las actividades de seguridad interior, así como la conducción de las políticas en materia de seguridad interior y el mando sobre la policía federal y auxiliar. La misma secretaría también estará encargada de llevar a cabo las relaciones con los otros poderes y los actores políticos.

También propone que la Secretaría de Desarrollo Social se concentre en combatir la pobreza y la desigualdad en la niñez, la juventud y las mujeres, por lo que incorporará actividades que actualmente están bajo la responsabilidad de otros organismos. Igualmente sugiere la creación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la cual asume las funciones de la actual Secretaría de la Reforma Agraria.

En fin, como puede advertirse, las dos principales iniciativas de reforma del presidente electo, consideran elementos relevantes de la organización de la administración pública y seguramente tendrán un procesamiento relativamente expedito en el Congreso. Pero ninguna se refiere a las actividades científicas y tecnológicas o a la educación.

En el periodo de campaña el presidente electo había manifestado su rechazo a la propuesta de crear una nueva secretaría de ciencia y tecnología. Después de celebradas la elecciones, Enrique Peña Nieto reconsideró su posición inicial. Todavía el pasado 27 de septiembre, cuando recibió el documento “Hacia una agenda nacional en ciencia, tecnología e innovación” y nombró un responsable del equipo de transición para el sector de ciencia y tecnología, comentó que analizaría la posibilidad.

Y no, parece que no le convenció, al titular o a todo el equipo gobernante, la idea de una nueva estructura administrativa para el sector científico y educativo. ¿Esto quiere decir que se canceló la propuesta? No, pero difícilmente podría adoptarse en el periodo de la siguiente administración.

La experiencia con la reciente iniciativa de reforma laboral y por la composición de las fracciones parlamentarias, particularmente en la cámara de diputados, hacen difícil pensar en una modificación a la iniciativa de ley en el Congreso. Lo más probable es que se apruebe tal y como se presentó.

Tampoco parece probable que una vez presentado este paquete de reformas, se presenten otros proyectos de ley para reformar la administración pública en el corto plazo. Al menos no los habrá de esa misma magnitud y no en esta legislatura.

Entonces ¿permanecerá sin cambios el sector científico y tecnológico? Seguramente sí habrá modificaciones pero acotadas y dirigidas. Es suficiente recordar que el todavía presidente electo, sigue reiterando como parte de sus compromisos nacionales y especialmente el que se refiere al tema de “Más educación y de calidad para todos”, el compromiso número 9: “Apoyar la creación de una fundación para la innovación, ciencia y tecnología, con la participación de la iniciativa privada”.

Un compromiso que coincide con otra posibilidad que le plantearon en el documento Hacia una agenda nacional en ciencia, tecnología e innovación. En esta última la propuesta quedó como la creación de una Agenda Nacional de Innovación. Un tema que seguramente definirá la orientación del sector en esta administración y al que volveremos.

(Publicado en Campus Milenio No. 487. Noviembre 22, 2012)

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